El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) rechazó el ascenso del general César Milani, que debe ser tratado hoy por el Senado y ratifica su falta de idoneidad para conducir un Ejército de la democracia.
«Milani pidió ser oído por el CELS, que le envió un cuestionario. En su respuesta Milani sostuvo que nunca supo de nada, que recién años más tarde se enteró de que hubo desaparecidos y terrorismo de Estado, que en su unidad nunca vio civiles ni supo que funcionara un Centro Clandestino de Detención, que él sólo hacía puentes y no explicitadas operaciones de seguridad. Los traslados eran de la cárcel legal al juzgado legal y su rol era casi administrativo, acompañaba al patrullero pero ni conocía a quienes trasladaba ni estaba al tanto de los motivos, porque de eso se encargaba la policía», dijo el CELS en un comunivado
«Pero la normativa vigente entonces y los fallos judiciales que hoy tienen autoridad de cosa juzgada lo desmienten, por lo que su pretendida ingenuidad es inverosímil. Está probado que su unidad era el centro de la represión ilegal en La Rioja, allí se torturaba, igual que en el IRS del que él trasladaba prisioneros; la policía en la que Milani intenta descargar responsabilidad estaba bajo el control operación del Ejército; el batallón pedía que “las denuncias contra los subversivos” se llevaran a su sede, donde también iban a reclamar los familiares de los secuestrados.
«El circuito se completaba con el juzgado federal, donde después se blanqueaban los secuestros (el juez de entonces, está detenido por ello).
«Tampoco es creíble su pretendido desconocimiento sobre el caso Ledo. En un juicio ante el Consejo Supremo militar, el concesionario civil de la cantina declaró que en el Batallón se comentaba que habían llevado a Tucumán a un soldado que era subversivo y que allí lo mataron. Y según el libro del capitán D’Andrea Mohr “El Batallón Perdido”, Ledo es el único soldado riojano desaparecido. Si el cantinero lo sabía, ¿cómo podría ignorarlo el oficial que llevó al soldado en comisión a Tucumán y que instruyó el sumario por su presunta deserción?
«Tampoco lo benefició el ahora detenido capitán Sanguinetti, quien declaró que Milani tenía que hacer una investigación a fondo (cosa que corroboran los reglamentos vigentes entonces) y no un mero trámite formal como pretende él.
«Diez días después de la desaparición del conscripto y ocho días antes del asesinato de los curas Murias y Longueville, el jefe del Batallón de Milani, coronel Pérez Battaglia, dijo en el discurso público por el 9 de julio que iban a destruir a quienes atacan a la patria disfrazados de soldados o de hombres de Dios. Fundado por familiares de las víctimas de esa concepción represiva, Augusto María Conte y Mónica Cancelaria Mignone, quienes según la doctrina del Batallón habrían sido enemigos de la Patria disfrazados de soldado y de hija de Dios, el CELS ratifica en consecuencia su impugnación al pliego de Milani.»