| Tema del día

Aires de cambios en el Ministerio de Justicia después de las elecciones

Las elecciones del domingo próximo ya agitan aguas en el gabinete de ministros. Como ante toda elección que se presume como adversa, ya desde el fin de semana pasado abundan  las conspiraciones y los rumores sobre cambios en el elenco, salidas y ascensos. El ministerio de Justicia no es la excepción: allí transcurre una guerra en las sombras entre el ministro Julio Alak y su segundo Julián Álvarez quien prácticamente ha logrado copar toda la cartera con funcionarios afines a La Cámpora.

Alak no tiene una buena relación con su segundo, Alvarez.

Alak no tiene una buena relación con su segundo, Alvarez.

El panorama ahora será distinto, no sólo por el estado de reposo de Cristina Fernández, lo cual podría demorar las decisiones más sensibles, sino porque, por primera vez desde que asumió, Álvarez estaría tentado con la idea de replegarse a su cargo de abogado de Aerolíneas Argentinas.

El fracaso de la reforma judicial (que él redactó junto a Carlos Zaninni), la incertidumbre sobre la resolución de la Ley de Medios en la Corte Suprema  y la certeza de que reformar el Código Civil y Comercial ya quedará para 2014, si es que llega al Congreso, desalientan al abogado que comenzó su carrera litigando por accidentes de tránsito.

El Secretario de Justicia nunca logró cumplir su función de entenderse con los jueces o siquiera ganarse su confianza. Había comenzado con el pie izquierdo: la publicidad de un almuerzo privado con Norberto Oyarbide, y la posterior detención del gremialista opositor  Gerónimo “Momo” Venegas, en febrero del 2011 marcaron su gestión ya que desde ese momento ningún juez o camarista quiso recibirlo.

Intentó acercarse a Eugenio Zaffaroni por medio del camarista Alejandro Slokar pero el ministro de la Corte lo dejó plantado en dos actos públicos de la editorial del Ministerio de Justicia Infojus. Este emprendimiento editorial lo obsesionaba al punto de querer apartar del mercado a La Ley, empresa de Reuters que provee de doctrina y jurisprudencia a gran parte del Poder Judicial. Para Alvarez esto resultaba imperdonable ya que los articulistas de La Ley poco o nada tienen que ver con si visión del derecho. La avanzada se detuvo cuando Zanini le recordó que él está afiliado a Reuters y no sólo eso: La Ley es donde se imprime, a diario, el Boletín Oficial.

Las complicaciones para Álvarez también son internas: es cada vez más alto el perfil del subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial, Franco Piccardi. Este funcionario fue recomendado por Mariano Recalde y, a diferencia de Alvarez, conoce de memoria los recovecos de Comodoro Py porque ahí comenzó su carrera. De diálogo habitual con los jueces Ariel Lijo y Julián Ercolini y comensal en los asados del fiscal Jorge Di Lello, su ascenso en lugar de Alvarez no suena descabellado.

Hay otro vínculo menos conocido pero igual de importante: Piccardi toma café con el hijo de Luis María Cabral, jefe de la opositora Asociación de Magistrados y a su vez de buena relación con el propio Alak (aunque a ninguno de los dos les guste reconocerlo). No por nada la esposa de Cabral ha sido candidata a concejal por el kirchnerismo en Escobar.


Compartir: