Pese a los calores típicos del verano, el vicepresidente Amado Boudou tiembla como hoja al viento. Es que cuando la semana que viene concluya la feria judicial, el fiscal Jorge Di Lello presentará una batería de medidas para profundizar en los vínculos del ex ministro de Economía con la imprenta Ciccone. Diciembre terminó mal para el vice luego de que Nicolás Ciccone declaró ante el juez Ariel Lijo que se reunió dos veces con Boudou para tratar la vente de la imprenta, que tiene capacidad de producir billetes. Di Lello es un peronista de corte ortodoxo y nunca se ha llevado bien con la modalidad kirchnerista de la fuerza creada por Juan Perón. Por eso apenas se tomó unos días a fines de diciembre para seguir trabajando en el expediente que tendrá al vice en la picota durante todo el 2014.