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Sospechan de la barra de Boca por el trapito asesinado en el Zoológico de Palermo

Por Ignacio Ramírez.

Avanza la causa que investiga el homicidio del cuidacoches que falleció luego de ser apuñalado en el corazón por dos hombres en el barrio porteño de Palermo. La violencia de los últimos meses en la actividad de los trapitos en la zona es una realidad producto de las disputas por el control de las principales paradas.

La víctima tenía antecedentes penales.

La víctima tenía antecedentes penales.

La investigación judicial apunta hoy no solamente a la barra brava de Boca y la mafia de los trapitos, sino que se dirige directamente a la guerra por la concesión paralela del estacionamiento en la vía pública y del dominio del negocio en la zona de Palermo y alrededores.

La guerra de “trapitos” dejó el primer muerto en la puerta del Zoológico porteño. A escasos metros de la Comisaría 23a.  Fuentes policiales realizan diferentes pesquisas sobre distintos grupos de la barra brava de Boca que operan en la zona de Palermo, La Boca, San Telmo, Costanera Norte y Las Cañitas. El muerto, llamado Daniel Flores, tenía antecedentes delictivos, había estado preso y su entorno frecuente era la cuarta línea de La Doce, mientras que su matador formaría parte de otra facción del Jugador número Doce.

Se espera en las próximas horas, personal de la brigada de la comisaría 23ª  logre cercar y concretar la detención del agresor, teniendo en cuenta que existen elementos sólidos para poder ubicar el paradero del asesino.

Otra línea de investigación que no descartan los investigadores es el conflicto que existe entre los limpiavidrios de la zona de Juan B. Justo y Sarmiento; y los cuidacoches de la zona gastronómica.

El crecimiento de estos rubros informales en la zona de Palermo demuestra el escaso control y regulación del negocio de la vía pública.  Actividades ilegales, que en la mayoría de los casos gozan de una complicidad concreta, que no puede ser controlada por la Policía Federal ni la Metropolitana. El aumento de estos rubros informales, fue denunciando por varias ONG y asociaciones vecinales de Palermo, pero pese a los reclamos, las actividades crecieron casi un 50 por ciento en los últimos meses. Producto de la gran cantidad de potenciales personas que serán víctimas desprotegidas de la extorsión publica de todos los días.

La disputa permanente por el negocio trapito es una realidad de toda capital, loteada y manejada por la mafia barrabrava enquista en un eslabón menor que se dedica al control de las calles. La impunidad del negocio radica en lo conflictivo de probar el delito de extorsión (unos 210 causas por mes), y en la mayoría de los casos, las pocas causas que logran demostrar el contravención son archivas por los juzgados a los pocos días.

Ni las fuerzas de seguridad, ni el Gobierno de la ciudad logran controlar las 10.000 cuadras de la ciudad loteadas por la organización mafiosa de la franela. Los legisladores de la ciudad, vuelven a la carga para regular la actividad, o prohibir finalmente la actividad informal días después del crimen.

A cuatro días del asesinato de Daniel Flores (28), padre de tres chicos, la causa se concentra en el celular de la víctima y sus últimas horas. Flores se encontraba sobre la Avenida Sarmiento, en momentos en que se acercaba una camioneta no identificada que iba a estacionar. Discusión mediante, amenazas, golpes de puños, y un puntazo letal. Flores falleció casi en forma instantánea en la puerta del Zoológico. Lo que no hay dudas, es que las calles de la ciudad son escenario de verdaderos negocios ilegales.


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