Los números no pueden dejar de llamar la atención. En la dirección de administración de la jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense se presentaron facturas para la compra de cartuchos de impresoras por casi 90 mil pesos. No son cartuchos nuevos, sino que fueron recargados. Y no se trata de una factura sino de varios pagos por los mismos montos. Pero lo que más llamó la atención es una factura por el pago de armazones de anteojos por 29 mil pesos. Que se sepa ningún preso recibe lentes para lectura en el SPB.