El vicepresidente Amado Boudou había desaparecido de la escena pública durante las últimas semanas. Cada vez más complicado en el expediente judicial que investiga la venta de la imprenta Ciccone, el vice sufre de la indiferencia del gobierno y se dedica a cultivar el bajo perfil. Rompió con esa regla autoimpuesta durante la fiesta de cumpleaños del ministro de la Corte Raúl Zaffaroni el martes 7 de enero en su casa de Flores. Se lo vio muy animado en el festejo, donde sólo estuvo un par de minutos y evitó la foto con el ministro que este año se apresta a dejar el máximo tribunal.