Pocos en el ámbito político tienen una respuesta precisa y si la tienen, no la divulgan. El tema es porqué el gobierno insistió con el ascenso del jefe del ejército general César Milani pese a las denuncias en su contra y al pronunciamiento negativo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que dio sus argumentos para no promover al militar al rango más alto. En otros ascensos cuando el CELS cuestionaba a un militar por su pasado en la dictadura el Gobierno dejaba el pliego de lago, pero esto no ocurrió en este caso. Los argumentos son variados: que Milani forjó una muy cercana relación con la ex ministra de Defensa Nilda Garré y esos antecedentes fueron válidos para la presidenta Cristina. Otros sostienen que con la estructura que generó Milani en Inteligencia del Ejército, la mandataria dejó de prestarle atención a la SIDE, organismo del que desconfiaba, y se basó en los informes del general. Son conjeturas, lo cierto es que el Gobierno ascendió a Milani pese a la oposición del CELS y de su presidente, el periodista Horacio Verbistky, muy leído y escuchado en la Casa Rosada.