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Odio racial: condenaron a tres policías a prisión perpetua por el crimen de Lucas González

Tres efectivos recibieron la pena máxima y otros cinco fueron condenados por encubrimiento.

Tres efectivos de la Policía de la Ciudad recibieron una condena a prisión perpetua como coautores del homicidio por «odio racial», de Lucas González (17), y por las tentativas de asesinato de otros tres adolescentes, a quienes interceptaron y atacaron a tiros en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas cuando regresaban en un auto a sus casas tras haber un entrenamiento fútbol en el club local.

En una sala colmada de amigos y familiares de la víctima, el Tribunal leyó la sentencia en la que también condenó a seis efectivos a penas de entre cuatro y ocho años de prisión. En tanto, absolvió a otros cinco acusados por el encubrimiento del crimen. El 23 de agosto se leerán los fundamentos del fallo.

Las penas máximas recayeron en el inspector Gabriel Alejandro Isassi (42), el oficial mayor Juan José López (48) y el oficial Fabián Andrés Nieva (38), todos miembros de la División Brigadas y Sumarios 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

El delito fue como coautores de «homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad» y de las “tentativas de homicidio quíntuplemente agravado» de los adolescentes Julián Salas (19), Joaquín Zúñiga (19) y Niven Huanca (19).

Investigar a los jefes

El Tribunal Oral en lo Criminal N° 25 reconoció a Lucas, a sus tres amigos y a sus familias como victimas de violencia institucional y ordenó que se extraigan copias de testimonios que se escucharon en el debate y se inicie otra causa tendiente a investigar la actuación del jefe de la Policía de la Ciudad, Gabriel Berard, y del subjefe, Oscar Cejas.

Las condenas se recibieron con aplausos en el interior del recinto por los familiares y amigos de Lucas y de los demás jóvenes, al tiempo que el abogado querellante Gregorio Dalbón, quien representó a las familias de los cuatro chicos, consideró que se trata de un veredicto «histórico».

El abogado dijo «nunca antes en la jurisprudencia argentina existió un fallo de violencia institucional con racismo, por odio racial» donde «los mataron porque eran negros, porque eran marrones».

Por su parte, el papá de Lucas, Héctor “Peca” González, dirigió unas palabras para su hijo: «Para Lucas, que descanse en paz, que papá hizo todo, la peleó con todos, con toda esta gente que estoy más que agradecido a la vida todo lo que me regaló, toda esta gente, pero yo quería que él se eleve y que descanse en paz».

Ultimas palabras

Antes del veredicto, los jueces dieron la oportunidad a los imputados de decir sus últimas palabras. La más resonante fue la del oficial Ángel Arévalos, quien se declaró inocente y volvió a apuntar contra el jefe de la Policía porteña, Gabriel Berard.

“Acá hay personas que nunca quisieron que la verdad se sepa porque no les conviene. El jefe de la Policía, por intermedio de dos de sus abogados, está presionando al personal subalterno para que hablen con sus familiares que estuvieron el día de la reunión y digan que lo que dijo mi hermana es mentira”, señaló.

Su hermana es Natalia Arévalos, quien también forma parte de su defensa, y en el alegato señaló que, antes del juicio, familiares de algunos de los oficiales lograron reunirse con Berard y que allí el jefe de la policía les dijo: “Nosotros sabemos que sus familiares son inocentes, pero no podemos hacer nada porque este es un tema político y no queremos que llegue a nosotros”.

Tras esa jornada, el tribunal remitió los dichos de Arévalos a la Fiscalía de instrucción para que investigue posibles responsabilidades de Berard en el encubrimiento del crimen.