| En Junín

Juzgan a un presunto asesino serial por el crimen de dos mujeres

Un mecánico será juzgado por el homicidio de dos mujeres que fueron estranguladas y abusadas. Pruebas de ADN en su contra. Otro antecedente de un ataque a una mujer.

El acusado Recalde.

El acusado Recalde.

Un mecánico será juzgado desde este martes como único acusado de los crímenes de dos mujeres estranguladas en similares circunstancias, una en agosto de 2012 y la otra en enero de 2014, en la localidad bonaerense de Junín, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Rubén Rodolfo Recalde (54), imputado del doble «homicidio criminis causae» en perjuicio de Paola Silvina Tomé (38) y Sandra Viviana Colo (43).
Fuentes judiciales informaron a Télam que el debate comenzará a las 10 y estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín y que la fiscal Vanina Lisazo será la encargada de llevar adelante la acusación.
En tanto, las familias de las víctimas, constituidas como particular damnificado, estarán representadas por los abogados Carlos Torrens y Darío De Ciervo, mientras que el imputado con la defensa oficial del letrado Gerardo Doyle.
Según las fuentes, está previsto durante las audiencias del martes 23, miércoles 24 y lunes 29 de junio próximo declaren unos 50 testigos ante el tribunal integrado por los jueces Karina Piegari, Esteban Melilli y Miguel Angel Vilaseca.
Durante la investigación, la fiscalía dio por acreditado que el acusado cometió ambos hechos en base a una serie de pruebas, entre ellas, un cotejo de ADN que concluyó que el perfil genético del asesino hallado en las dos escena del crimen coincidía en un 99% con el de Recalde.
En el requerimiento de elevación a juicio a la que tuvo acceso Télam se demostró que el 16 de enero de 2014, entre las 17 y las 18 aproximadamente, el imputado ingresó con fines de robo al comercio Rowena, ubicado en calle Gral. Paz 45, de Junín, donde Tomé era la propietaria.
De acuerdo a la acusación, el hombre simuló ser un cliente y, tras asegurarse que no había nadie más en el lugar, amenazó a la mujer y la obligó a subir a la parte superior del negocio.
Allí, Tomé fue golpeada en la cabeza hasta que el agresor tomó un repasador que utilizó como mordaza sobre su boca para luego abusar sexualmente de ella.
Tras la fuerte golpiza, el hombre se paró sobre los brazos de la víctima y le colocó un pañuelo negro alrededor del cuello con el que hizo presión a modo de torniquete.
A raíz de la maniobra ofensiva, la mujer murió por una «obstrucción orofaríngea y constricción cervical», mientras que el homicida escapó con unas monedas que había en la caja registradora.
Mientras que el crimen de Colo también fue cometido un día 16 pero de agosto de 2012, entre las 10 y las 12, en el local de fiestas infantiles «Abracadabra», ubicado en Alem 388, de Junín.
Entre esa franja horaria, un hombre ingresó con fines de robo pero Colo, quien trabajaba como empleada, se resistió.
Para los acusadores, el asesino arremetió contra la mujer mediante golpes de puño y un elemento duro y romo con el que le provocó una fractura maxilar.
Luego de dejar inconsciente a la víctima, el hombre la arrastró hasta el sector de la cocina, donde tomó dos sogas entrelazadas, apoyó una de sus rodillas sobre la espalda y la estranguló.
Tras el homicidio, el delincuente se apoderó de parte del dinero que había en uno de los cajones del escritorio situado en la administración del salón de fiestas.
Ambos casos comenzaron a esclarecerse cuando los investigadores encontraron importantes similitudes entre el crimen de Tomé y el de Colo tales como que ambas eran mujeres solteras y sin hijos, de mediana edad, baja estatura, ultimadas en un comercio de rubro infantil, golpeadas, asfixiadas por ahorcadura, con robo de efectivo y cometidos un día 16.
Además, los pesquisas tomaron en cuenta el testimonio de una víctima que logró zafar de un ataque cometido por Recalde, quien por ese hecho fue condenado en 2009 a tres años y medio de cárcel, aunque dos meses antes del asesinato de Colo recuperó la libertad.
La declaración de la testigo fue considerada sumamente ilustrativa debido a que graficó como «seguramente» ocurrió el ataque en ambos hechos, solo que la violencia que diferenció uno del otro tuvo que ver con las dispares resistencias físicas y de personalidad de Colo y Tomé.
«En el caso de Sandra, que en un primer momento confundía en cuanto a la apariencia de ‘pasional’ del crimen, la personalidad y las circunstancias vividas en su vida permiten afirmar que ella peleó, que no se entregó a las exigencias del agresor, ni siquiera en sus requerimientos de dinero, mucho menos en cualquier intento de aproximación con intensión sexual», destacó la requisitoria fiscal.
Respecto de dichas «circunstancias vividas», los pesquisas tomaron en consideración que esta víctima era hermana de Claudia Colo (25), asesinada el 15 de enero de 2000 en una agencia de seguros de Junín y por cuyo crimen condenaron al analista de sistemas José Luis Correa.
Por otro lado, en el baño del comercio de Tomé los investigadores hallaron una huella de calzado cuyas muestras fueron enviadas a Tierra del Fuego, donde existe una base de datos completa y actualizada sobre todo tipo de suelas.
Los investigadores determinaron que la huella se correspondía con una zapatilla marca Topper, modelo ULTRATECH, número 42, por lo que tras un allanamiento en la humilde vivienda de Recalde fue secuestrada una indumentaria de calzado como esa.

Fuente: Télam.


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