Es una constante: en las redacciones se reciben a diario decenas de llamados que denuncian fugas de presos en comisarías bonaerenses u otros delitos. Algunas se concretan, como la semana pasada en La Tablada, y otras son falsas. Típicas operaciones de venta de pescado podrido. Los motivos podrían ser las purgas que el ministro de Seguridad Alejandro Granados lleva adelante en la policía bonaerense y que generan mucho malestar. Por eso no se descarta que las fugas cuenten justamente con complicidad de algunos uniformados.