| La jueza amplió su declaración

Fein, Arroyo Salgado y la trama del dinero en la muerte del fiscal Nisman

La jueza Arroyo Salgado declaró ante la fiscal Fein y habló de Diego Lagomarsino. Lo involucró en lo que ella considera fue el homicidio del fiscal. Habló de una discusión por temas económicos.

Nisman tenía 51 años y dos hijas.

Nisman tenía 51 años y dos hijas.

Rafael Saralegui

“Dinero”, dijo en la tarde del lunes la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, sentada ante la fiscal Viviana Fein, responsable de la investigación por la muerte del fiscal especial Alberto Nisman, titular de la unidad encargada aclarar el peor atentado terrorista de la historia argentina. “Dinero”, como el título de la genial novela, del también genial Martin Amis. Dinero, como en otros tantos casos policiales.

Después de haber apuntado hacia el experto en informática Diego Lagomarsino el jueves de la semana pasada y haber pedido el allanamiento de su casa al día siguiente –concretado el lunes último-, Arroyo Salgado declaró ante la fiscal, que venía enojada por el tema del allanamiento, ordenado por la jueza Fabian Palmaghini sin haberle dado intervención. Amplió su declaración testimonial y pidió reserva.

Las referencias monetarias de los dichos de Arroyo Salgado, no aparecen del todo claras. “Según los trascendidos, sostuvo que a su ex marido, Alberto Nisman, lo mataron por dinero, con lo que quiso decir que el supuesto asesino fue un sicario, alguien que cobró por matar. Al mismo tiempo ratificó que el informático Diego Lagomarsino fue parte del plan criminal”, dice hoy Página 12. Otros diarios que siguen el caso, como La Nación o Clarín, no informan hoy nada al respecto.

La agencia oficialista Télam, en cambio consigna que “si bien Arroyo Salgado nunca le dijo a la fiscal que hubiese existido un «móvil económico» en lo que ella califica como «homicidio» del fiscal, habría detallado que el vínculo entre Nisman y su asesor en informática era de «confianza mutua» y hasta deslizó la posibilidad que pudiesen tener «intereses económicos en común», señalaron las fuentes”.

La agencia agrega que “respecto de la posibilidad de que existiesen más juegos de llaves del departamento del piso 13, donde fue hallado el cuerpo del fiscal con un balazo en la cabeza, Arroyo Salgado aludió a un episodio en el que Lagomarsino presuntamente habría accedido al departamento de Nisman pese a que el fiscal no se encontraba en el lugar».

Las fuentes consultadas por CyR sostienen que Arroyo Salgado le habría dicho a Fein que Lagomarsino y Nisman podrían haber tenido alguna discusión vinculada con un tema monetario. También las fuentes hablan de una discusión entre la jueza y la fiscal, porque Fein entiende que Arroyo Salgado le quiere direccionar la investigación. “Se escucharon reproches, críticas de la jueza a la fiscal, todo a los gritos”, apunta la fuente.

Esta nueva punta económica no es muy precisa y habrá que ver hacia donde deriva. De todos modos, hay algunas cuestiones monetarias que aún no están del todo claras. Por ejemplo, porque la caja de seguridad que Nisman tenía en el Banco Ciudad se encontraba vacía cuando fue abierta por la Justicia. La jueza Palmaghini se enteró después que la madre de Nisman había estados unos días antes en el banco y que tenía acceso al cofre. Tampoco se sabe aún, o al menos no trascendió, la empresa propietaria del Audio que conducía Nisman y si era el propio fiscal el que pagaba el alquiler del departamento que ocupaba en Puerto Madero.

Los protagonistas de la causa comienzan a jugar cada vez más fuerte: la defensa de Lagomarsino, acusó ayer a la querella en un comunicado de no querer que se sepa la verdad de lo que ocurrió y de poner trabas a la investigación. Se refería al pedido de la querella de suspender el peritaje de los equipos electrónicos de Nisman para que se preservaran sus contenidos.


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