El juez Montezanti presidía la Cámara Federal de Bahía Blanca.

El jury que se le sigue al camarista federal de Bahía Blanca Néstor Montezanti entra hoy en su etapa decisiva con los alegatos que se pronunciarán ante el Tribunal de Enjuiciamiento de Magistrados que lo juzga por su presunta vinculación con la Triple A.

Las acusaciones en su contra incluyen «haber desplegado conductas palmariamente incompatibles con la vigencia de los derechos humanos», «falta de idoneidad moral y de vocación democrática» y «haber exteriorizado comportamientos indecorosos, arbitrarios y despóticos en relación con sus colegas, subordinados, auxiliares de justicia, alumnos, denunciantes».

Montezanti declaró ayer ante los acusados y se declaró inocente. Hoy será el turno de los alegatos. Primero, el de la acusación, a cargo de Miguel Piedecasas, presidente del Consejo. Después, el de la defensa, a cargo del abogado Ignacio Irigaray. El Tribunal de Enjuiciamiento quedará después en condiciones de decidir si remueve a Montezanti de su cargo o lo reincorpora.

El Consejo de la Magistratura, que aprobó el dictamen acusatorio con los votos de 11 de los 13 consejeros (lo votaron oficialistas y opositores), además, dispuso el año pasado su suspensión. El impulsor del dictamen contra Montezanti fue el entonces consejero Julián Álvarez, el último secretario de Justicia del kirchnerismo.

En paralelo con este jury, el camarista enfrenta una causa penal en la que fue llamado a indagatoria por su supuesta participación en delitos de lesa humanidad, citado por el juez Alejo Ramos Padilla.

Ayer, Montezanti denunció una «operación concertada» en su contra. «Quedó acreditado aquí a través del legajo pedido por la acusación que mi tarea como contratado puntual del Ejército se limitó a asesoramiento jurídico en temas de derecho internacional», se defendió Montezanti. Según su declaración, quedó desvinculado «con recomendación interna del Ejército» de no volver a ser contratado «en ninguna área del Estado».

El fiscal federal de Bahía Blanca, Miguel Palazzani, explicó que “los vínculos de Montezanti con la Triple A están probados. Como también está acreditado que fue personal civil del Destacamento de Inteligencia 181 durante la dictadura y que cobraba un sueldo equivalente al de Teniente Coronel, lo que pone en evidencia su alto rango dentro de esa estructura”.

En 2003, cuando fue propuesto como camarista por el entonces presidente Eduardo Duhalde y aceptado por los miembros del Senado, Montezanti ocultó haber sido personal civil de inteligencia durante la última dictadura cívico-militar. Recién en el año 2010, con el decreto presidencial que ordenaba la apertura de toda “la información y documentación vinculada con el accionar de las Fuerzas Armadas” en el período 1976-1983, se hizo pública la conexión entre el abogado y el Destacamento 181 de Inteligencia.