| Estaba acusado de homicidio

El tirador de Belgrano fue absuelto por segunda vez

Estaba acusado por matar a un joven en 2006 y por otros ataques ocurridos poco antes. Los jueces lo declararon inimputable y que siga bjo tratamiento psiquiátrico.

El fiscal había pedido 18 años de prisión para Ríos.

El fiscal había pedido 18 años de prisión para Ríos.

El llamado tirador de Belgrano, Martín Ríos, fue declarado nuevamente inimputable, esta vez por el TOC 26 porteño, por el asesinato de Alfredo Marcenac y seis tentativas de homicidio cometidas cometidas en cuatro ataques ocurridos entre 2005 y 2006.

Al igual que sucedió en 2009 en el primer juicio, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 26 consideró que Ríos es un enfermo mental psicótico esquizofrénico que no pudo comprender la criminalidad de sus actos, y ordenó que siga alojado bajo tratamiento en un establecimiento psiquiátrico del Servicio Penitenciario Federal.

Ríos no hizo uso esta mañana de su derecho de pronunciar sus últimas palabras ante el tribunal y se limitó a responder «nada», cuando la presidenta del tribunal le preguntó «si quería decir algo».

Ríos ya había sido absuelto en un primer juicio realizado en 2009 cuando el TOC 12 porteño lo declaró inimputable, pero en 2010 la Cámara Nacional de Casación Penal anuló parcialmente el fallo y ordenó la realización de un nuevo debate aunque sólo por la cuestión de la imputabilidad.

Los cuatro hechos -el ataque a un colectivo con dos heridos; a una confitería con una baleada; a un tren en movimiento; y los disparos en la avenida Cabildo donde murió Marcenac- y la autoría de Ríos, ya están dados por probados.

En los alegatos del 25 de junio último, el fiscal general Carlos Giménez Bauer solicitó una condena a 18 años de prisión por «homicidio simple, tentativa de homicidio (seis hechos) y portación ilegal de arma atenuada por ser un tenedor autorizado», al considerar que Ríos es imputable.

El fiscal sostuvo que no estaba probado que Ríos fuera un psicótico esquizofrénico incapaz de comprender la realidad y dirigir sus acciones al momento de los hechos.

Al igual que hizo en el primer juicio de 2009, Giménez Bauer planteó que Ríos en realidad padecía al momento de los hechos un trastorno antisocial de la personalidad (TAP), algo que jurídicamente no lo hace inimputable.

El abogado de la familia Marcenac, Carlos Corvo, solicitó la pena de prisión perpetua al considerar -tal como lo hizo en su momento la jueza de instrucción María Fontbona de Pombo- que Ríos cometió un «homicidio agravado por placer».

En cambio, el abogado de Ríos, Angel Ramallo, insistió con que Ríos es un enfermo mental esquizofrénico inimputable. El defensor afirmó que su cliente «es sumamente peligroso» y que debe continuar la internación bajo tratamiento y medicado.

El juicio tuvo su única jornada de debate el 23 de junio pasado cuando declararon 16 testigos, la mayoría peritos que evaluaron la salud mental de Ríos desde 2010 a la fecha.

Cuatro psiquiatras y psicólogos del Cuerpo Médico Forense coincidieron en que el tirador de Belgrano padece un cuadro psicótico de esquizofrenia y que era «imposible» simular durante tantos años.

También declaró un médico clínico al que Ríos fue a ver en febrero de 2000 para que le extendiera un certificado de aptitud para poder entregar en el Registro Nacional de Armas (Renar), y dijo que lo notó extraño, que por eso dejó constancia que requería un «test psicológico» y que a él lo asustó y le dio la sensación de que era una persona que «gozaba matando animales».

El 6 de julio de 2006, Ríos apareció en avenida Cabildo y José Hernández, de Belgrano, y disparó al menos 13 proyectiles con su pistola Bersa Thunder calibre .380 que provocaron la muerte a Marcenac y heridas a otras personas.

Tras ser detenido ocho días después en Munro, se comprobó que en otros episodios anteriores cometidos en la misma zona también había herido a una joven en un bar, a pasajeros de un colectivo y baleado a un tren.


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