Lo dijo un jefe policial y lo confirmó un narco argentino con actuación en Paraguay: detrás el espectacular robo con explosivos contra la sede de la empresa Prosegur en Paraguay aparece la mano de la temible agrupación criminal brasileña Primer Comando da Capital, surgida en las cárceles y convertida luego en una empresa criminal con múltiples emprendimientos en el mundo ilegal.
El jefe de la división Homicidios de la policía de Ciudad del Este, comisario Richard Vera, aseguró que los delincuentes «volaron en pedazos con bombas el edificio de Prosegur» y que asesinaron a un efectivo policial que se hallaba trabajando en la puerta del lugar realizando tareas de vigilancia.
El comisario Vera vinculó el asalto comando con la detención días atrás de «uno de los delincuentes más buscados en Brasil, apodado Robertinho, que era el número dos en la estructura del PCC (Primer Comando de la Capital)», una organización narcocriminal que tiene ramificaciones en todo ese país.
Un narco argentino, con una prolongada estadía en Paraguay, actualmente detenido, confirmó que ese mismo rumor es el que circula entre los pesados del hampa que habitan en cárceles argentinas y que necesariamente tiene contactos con narcos paraguayos, habituales proveedores de marihuana para el mercado local.
El Primeiro Comando da Capital (PCC) es una organización considerada ilegal por el Estado brasileño, que se había formado inicialmente para defender los derechos de los miles de detenidos en las cárceles brasileñaa, surgida en el inicio de los años 90 en el Centro de Rehabilitación Penitenciaria de Taubaté.
El grupo surgió luego de la masacre de octubre de 1992 en la prisión de Carandiru, en São Paulo, en la que las fuerzas de seguridad brasileñas mataron a más de 100 prisioneros durante un motín. Con el tiempo, la organización se extendió por todas las cárceles brasileñas dedicada la venta de drogas dentro de los presidios. Luego se extendió a las calles de las ciudades brasileñas, con presencia en la mayor parte de los estados. Se estima que trafica cientos de kilos de cocaína por mes.
El PCC primero tuvo una alianza con el temible Comando Vermelho, pero luego se rompió por la disputa por el control por el tráfico de drogas dentro de las prisiones. A ese comando también se le atribuyeron varios de los ataques que se dieron en los últimos meses en algunas cárceles brasileñas, con decenas de muertos y heridos.
Hace diez días, una pesquisa del departamento de Investigación de Delitos de la policía paraguaya, con la colaboración de la Policía Federal de Brasil, vinculó al mismo grupo con el robo a un camión blindado también en Ciudad del Este, escenario del ataque al edificio de Prosegur, donde decenas de asaltantes se llevaron 40 millones de dólares.
Según la prensa paraguaya, las sospechas sobre ese roobo recaen en Celio Alfonso da Silva, Claudinei Boera dos Santos (alias Talento), Alaor Medeiros (alias Piti) y Manoel do Nasvimento (alias Manoelzinho), cuatro brasileños que pertenecerían al PCC.
Este grupo era liderado por Roberto Tenoiro Bezerra (alias Robertinho), arrestado en Ciudad del Este la semana pasada y sindicado como uno de las cabezas del Primer Comando Capital (PCC). Este también es sospechoso de proveer armas para perpetrar asaltos en la Triple Frontera.
Robertinho había sido detenido a fines de enero de 2014 por la policía argentina en la ciudad de Puerto Iguazú, donde se encontraba alojada con una mujer en un hotel de esa localidad turística. Había sido condenada a 30 años de prisión, pero se había escapado de una cárcel brasileña antes de cumplir la mitad de la pena.