El cura Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores agravada, seguirá preso en la cárcel de Campana, porque la Cámara Penal de Morón confirmó la medida de privación de la libertad dictada en septiembre pasado por el Tribunal Oral 1 de Morón.
El pedido de la defensa de Grassi, que pretendía que el sacerdote volviera a la situación anterior –un régimen de libertad restringida–, fue desechado de plano por los camaristas Fabián Cardoso, Aldo Acosta Argañaraz y Elisabet Miriam Fernández. Los jueces admitieron que la condena a Grassi no es todavía “cosa juzgada”, porque la defensa apeló el fallo ante la Corte Suprema Nacional, pero al mismo tiempo consideraron que “no resulta un dato menor” el hecho de que la sentencia a 15 años de cárcel aplicada el 10 de junio de 2009 por el Tribunal Oral 1 haya sido confirmada luego por Casación y por la Suprema Corte bonaerense, informa Página12.
En el fallo de ocho carillas, los jueces insistieron en que “no resulta un dato menor” que la sentencia inicial a 15 años de cárcel haya sido confirmada por la Cámara de Casación y por la Suprema Corte bonaerense. Y resaltaron la gravedad de los delitos imputados: “Abuso sexual agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda del menor víctima, reiterado, dos hechos, que a su vez concurren formalmente con corrupción de menores agravada” por las mismas circunstancias.
En el fallo se sostuvo que tales cargos “no permiten la excarcelación” y que los elementos reunidos en el proceso “dan suficiente sustento y legalidad” a la decisión de haber efectivizado la detención del cura en una cárcel común. Grassi fue acusado, en el juicio oral, por abusos sexuales reiterados contra tres chicos internados bajo su cuidado en la Fundación Felices los Niños: “Gabriel”, “Ezequiel” y “Luis”. El sacerdote finalmente fue condenado sólo por los dos hechos de abuso, en contra del chico conocido como “Gabriel”.