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Condenan a testigos que dijeron ver al juez Casanello en Olivos, ¿quién armó la maniobra?

Los dos testigos fueron condenados a 3 años de prisión en suspenso. Ordenan investigar.

El juez Casanello fue blanco de una operación.

Fue una de las primeras y más burdas maniobras que se armó durante el macrismo para presionar a los jueces y ensuciar al kirchnerismo. Pero llegó a su fin.

El Tribunal Oral Federal (TOF) 3 condenó este lunes a tres años de prisión condicional a los dos testigos falsos que dijeron haber visto al juez federal Sebastián Casanello en la quinta presidencial de Olivos a finales de 2015.

Los dos testigos admitieran que mintieron y firmaran un acuerdo de juicio abreviado con la fiscalía, que ahora convalidó el tribunal oral.

Casanello estaba a cargo entonces de la causa por lavado de dinero contra Lázaro Báez y a partir de esa denuncia se quiso instalar en medios macristas que recibió instrucciones de Cristina Kirchner en la quinta de Olivos. Todo falso.

Ahora Gabriel Corizzo y Carlos Scozzino admitieron que incurrieron en el delito de «falso testimonio agravado» cuando declararon bajo juramento de verdad que juez en Olivos.

El acuerdo lo homologó por el juez del TOF 3 Andres Basso, quien además los condenó a «inhabilitación absoluta” por 6 años.

Quién la armó

El tribunal pidió además que se investigue el origen de la maniobra, es decir, que no se limite a la condena de los dos testigos mentirosos.

Semanas atrás, la Cámara Federal porteña revocó los sobreseimientos del abogado Santiago Viola y el exfiscal y exespía Eduardo Miragaya, quien supuestamente motorizaron la operación.

Viola era entonces abogado de Leandro Báez, uno de los hijos del empresario, y Miragaya desembarcó en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), cuando comenzaron a realizarse todas las operaciones que este año salieron a la luz.

En esos momentos Leandro y Lázaro Báez atravesaban un momento de distanciamiento y no coincidían en la forma de defenderse.

Cuando se armó la operación Corizzo trabajaba en la ANSES y Scozzino era chofer de la Presidencia. En 2016 declararon ante la Justicia que, mientras estaban en la quinta de Olivos, vieron al juez Casanello.

Dijeron que lo vieron cuando Cristina Krichner era presideta y en pleno trámite de la causa por supuesto lavado de dinero contra Lázaro Báez.

A raíz de ese episodio, el empresario Báez había intentado sin éxito recusar a Casanello para apartarlo del caso, ya que luego fue confirmado por la Cámara.

Lo admitieron

“Corizzo y Scozzino reconocieron en ese acto el hecho que se les atribuye en el requerimiento de elevación a juicio, consintiendo, junto con sus asistencias técnicas, la calificación legal y las penas escogidas por el fiscal de juicio”, sostuvo el magistrado Basso en el fallo de 12 páginas.

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En uno de los párrafos más trascendentes del fallo, el juez remarcó que el falso testimonio de Corizzo y Scozzino «no solo se cometió en el marco de una causa penal y en perjuicio de un juez de la Nación, sino que, además, persiguió la finalidad de generar suspicacias en torno a su legítima intervención como juez natural de un proceso, de evidente trascendencia pública, que tramitaba ante el juzgado a su cargo».

«Este tipo de conductas, amplificada por la concurrencia de los eventuales interesados a los medios de prensa, afectan especialmente a las instituciones de la República, máxime cuando, como en el caso, pretenden instalar, a partir de un embuste, un sentimiento de sospecha acerca del funcionamiento de los poderes públicos, socavando la confianza de la comunidad toda acerca de un factor trascendental, como es la probidad de los miembros que los conforman. En el caso, de un juez federal cuya competencia y austera rectitud intentó ser puesta en duda con la finalidad espuria antes detallada”, continuó.

Maniobra más amplia

En la misma línea, sostuvo que la entidad del hecho “conmina a los magistrados intervinientes en la instrucción a realizar el máximo esfuerzo en miras de reconstruir el derrotero que han seguido los encartados hasta presentarse a mentir, con el objetivo ya enunciado, ante los tribunales de la Nación».

El juez dijo que ese menester «esclarecer, en definitiva, si lo que aquí se juzga excede el arrojo particular de dos individuos, para constituir, según las propias constancias de la causa, una maniobra de mayores dimensiones, previamente orquestada junto a otros actores, quienes son los que pudieron perseguir un ilegítimo beneficio a costa de los falsos testimonios que aquí se han probado”.