El Tribunal Oral en lo Criminal N°16 condenó al ex cabo de la Policía Federal, Adrián de Miguel, y a su cómplice, Enrique Huertas, a cumplir las penas de diez años y medio y nueve años y medio de prisión, respectivamente, por encontrarlos responsables del robo a un departamento del barrio de Constitución en marzo pasado. La condena está en línea con la pena solicitado por el fiscal Fernando Fiszer.

El Tribunal, presidido por María Cristina Bértola, e integrado por Inés Cantisani y Gustavo González Ferrari, consideró que a los imputados coautores del delito de robo agravado por el uso de arma de fuego, calificado además –en el caso de De Miguel- por su condición de efectivo policial y –en cuanto a Huertas- por haber ejecutado el hecho conjuntamente con un policía, informó el sitio de la Procuración General de la Nación.

Por otra parte, los magistrados solicitaron la extracción de testimonios del acta de debate, para remitirlos al Juzgado de Instrucción N°31, a fin de que prosiga con la investigación para dar con el paradero de los demás cómplices de de Miguel y Huertas; y a la Justicia de Lomas de Zamora, para que tenga en cuenta los dichos del testigo D.I. respecto al reconocimiento que podría hacer de las personas que le sustrajeran un arma –aparecida en el lugar del hecho- durante una “entradera” a su domicilio de esa localidad el año pasado.

El hecho por el que de Miguel y Huertas fueron condenados ocurrió el pasado 23 de marzo, cuando un grupo de personas –entre las que se encontraban los imputados- ingresó al departamento “8” de la calle Brasil al 1300, en el barrio de Constitución, y simulando un allanamiento policial, golpearon y ataron a los moradores de la vivienda, para apoderarse de 12.000 pesos, 450 dólares, tres computadoras portátiles, tres celulares, una mochila y joyas.

Al llegar la policía de la Comisaría N°16, Huertas intentó escapar por los techos, pero fue detenido en la calle Pedro Echagüe, mientras que de Miguel permaneció en el lugar, fingiendo colaboración con la policía hasta que fue reconocido por los testigos.