Nicolás Gómez, hoy de 29 años, fue condenado este mediodía por el crimen de Natalia Di Gallo, la adolescente de 16 años que fue violada y asesinada hace 10 años, cuyo cadáver apareció en el Parque Pereyra Iraola, en Florencio Varela. El monto de la pena se recién se dará a conocer 4 de agosto. La lectura del veredicto concluyó con algunos incidentes entre los familiares del ahora condenado y de la víctima a la salida del edificio judicial delpartido de Quilmes.
El fallo fue dado a conocer este mediodía en una pequeña sala del tercer piso del edificio de tribunales de Quilmes, situado en Hipólito Yrigoyen 475 de esa localidad, con la presencia de familiares, tanto de Gómez (29) como de la víctima, separados por una línea de ocho efectivos de la Policía y del Servicio Penitenciario bonaerenses.
Por su parte, el ahora condenado, vestido con pantalón de jean y buzo blanco con capucha, esperaba el adelanto del fallo sentado y sin la compañía de ninguno de los dos abogados que alegaron el miércoles, Carlos Irisarri y Flavio Gliemmo.
Con un corto escrito leído a través de la secretaría del Tribunal, los jueces Alberto Ojeda, Mario Caputo y Andrea Calaza, comunicaron su decisión unánime de condenar a Nicolás Gómez y convocaron a las partes para el próximo 5 de agosto.
En ese momento darán a conocer si estuvieron de acuerdo con el pedido del fiscal del juicio, Claudio Pelayo, quien en su alegato solicitó que Gómez sea condenado a 23 años de prisión como «partícipe necesario» del delito de «privación ilegítima de la libertad agravada por el resultado de muerte».
Las palabras «veredicto condenatorio» del secretario fueron a un tiempo celebradas con gritos e insultos contra Gómez por los allegados a la víctima y repudiadas por la madre y otros familiares del condenado.
Ambas partes comenzaron a insultarse dentro de la sala de audiencia y los efectivos policiales presentes debieron intervenir para evitar que comenzaran a golpearse, aunque luego hubo incidentes en los pasillos del edificio y nuevamente en la calle.
«Después de hacernos parir diez años y medio esto llegó a su fin, estoy muy conforme con los jueces, con todo a lo que se llegó durante estos seis meses», dijo a Télam con lágrimas en los ojos el padre de Natalia, Juan Di Gallo, momentos después de conocido el fallo.
El padre de la víctima aseguró que para su familia «hoy se cierra un cincuenta por ciento de la historia», ya que, como Gómez llegó al juicio acusado de entregar a Natalia a otras personas que la mataron y la violaron, aún esperan que se conozca a los homicidas.
«Durante diez años y medio esperamos a que él (Gómez) se siente y diga la verdad, porque él es el dueño de la verdad», dijo Di Gallo, en referencia a que el condenado nunca se apartó de su versión, según la cual la noche del hecho un hombre raptó a la joven y lo encerró a él en el baúl de su auto cuando se encontraban en el parque Pereyra Iraola.
En tanto, el abogado de la familia Di Gallo, Daniel Mazzocchini, dijo sobre este punto que consideraba que «los verdaderos asesinos ya pasaron como testigos durante el curso del debate».
Se trata de tres personas que declararon por su vínculo con una quinta de Florencio Varela llamada «Ensueños», en la que de acuerdo con un cuarto testigo del debate, el condenado por el llamado «Triple crimen de General Rodríguez», Martín Lanatta, pudo ser violada y asesinada la joven.
Lanatta aseguró que el inquilino de la quinta, a quien identificó como Cristian Refichi, le confesó haber «sacado muerta» a Natalia, y agregó que días antes de la desaparición de la joven, lo vio a este hombre conversando con Gómez.
Esa quinta sería propiedad de dos personas llamadas Andrés Meyer y Karina López, con quienes Refichi mantenía algún tipo de relación comercial, a quienes el letrado confía que «se los investigue».
«Lo que me llama la atención es que (la defensa de Gómez) haya sostenido lo insostenible hasta el final, este chico podría haber dicho la verdad y hubiera facilitado todo a la Justicia», finalizó Mazzocchini.
Natalia (16) fue vista viva por última vez la noche del 28 de diciembre de 2003, cuando salió de su casa junto a Gómez, y el 1 de enero de 2004 la encontraron asesinada y envuelta en bolsas de nailon en el Parque Pereyra Iraola.
Según los forenses, Natalia fue violada y murió por una «asfixia mixta» producida por la obstrucción de las fosas nasales y la boca, en combinación con una compresión torácica-abdominal.
También se demostró que fue asesinada en otro sitio y luego depositada en el lugar del hallazgo.
Uno de los elementos más importantes en contra de Gómez fue el relato de cuatro testigos que en el juicio declararon haber visto cómo esa noche, en el cruce de la ruta provincial 36 y avenida Bosques, del partido bonaerense de Florencio Varela, varias personas pasaban violentamente de un auto como el del imputado a otro vehículo a una chica con el aspecto de Natalia.
En una de las últimas audiencias, en tanto, el Tribunal adelantó la absolución del otro imputado sometido a juicio, Daniel Feliciano Ojeda (49), luego de que el fiscal no lo acusara por no encontrar «mínimamente acreditada su participación».