“Esta ley necesita cinco votos”, le había dicho Ricardo Lorenzetti a Carlos Zaninni hace diez días sobre la definición de la Ley de Medios en la Corte Suprema. En ese momento el secretario de Legal y Técnica apuraba por un fallo antes del domingo electoral. Finalmente Lorenzetti consiguió seis votos y firmó un fallo decisivo por la constitucionalidad de la más grande de las peleas judiciales del Gobierno, la que lo enfrentó con su enemigo público número uno, el Grupo Clarín.

Lorenzetti y Argibay quedaron en posiciones enfrentadas.

“Lo cierto es que nada ha terminado aún”, dijo ayer Enrique Petracchi a la salida del acuerdo en el cual se firmó el fallo que declaró la constitucionalidad de la ley cuestionada por Clarín. La Corte le encargó la aplicación de la ley al AFSCA encabezado por Martín Sabatella y esa tarea ya anticipa fuertes cruces judiciales entre Clarín y el ente regulador en los tribunales. Clarín podría solicitar nuevas medidas cautelares si el Gobierno coloca trabas a sus planes de adecuación a los que fija la ley. Esto por no considerar los juicios que activará Clarín en el fuero Civil para buscar una indemnización por los bienes de los que se deba desprender en el proceso.

Los plazos de desinversión fueron la gran disputa en el tribunal y dejaron heridas que quedarán expuestas en los próximos fallos de la Corte que todavía se ha guardado dos expedientes espesos para resolver antes de diciembre: uno de ellos es el del cepo cambiario. Han quedado definitivamente distanciados de Lorenzetti dos ministros que en su momento supieron prestarle apoyo: Carmen Argibay y Carlos Fayt.

Ambos creen que el presidente de la Corte  utilizó la ley de medios como un elemento en la negociación de la reforma del Código Civil y Comercial que el Gobierno impulsa en el Congreso, una reforma que él mismo redactó. Fayt no firmó el fallo de la mayoría y por estas horas es todavía una incógnita en la Corte por qué Argibay cambió de parecer (el viernes había dicho en su vocalía que creía que la ley era incostitucional).

Así como hay enemistades recientes  otro caso para mencionar es el de Juan Carlos Maqueda, que si bien votó a favor de la ley, quedó más cerca de Argibay y Fayt a pesar de que solía tener buen trato con Lorenzetti.

Durante los próximos días será imprescindible seguir de cerca los pasos de Eugenio Zaffaroni, quien ya le ha comunicado a sus secretarios letrados su intención de renunciar apenas se confirmara la constitucionalidad de la Ley de Medios.