La denuncia de la diputada Carrió contra el jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, a quien acusó de ser cómplice del narcotráfico, cayó como una bomba en La Plata. La gobernadora María Eugenia Vidal estaba muy enojada con la legisladora, una de las impusoras de Cambiemos. «Que traiga las pruebas», decían en los pasillos de la gobernación.