Un empresario que era investigado por sus presuntos vínculos con el narcotráfico y una joven que lo acompañaba en su auto fueron asesinados en Rosario. El crimen ocurrió este domingo por la madrugada, en la zona sur de la ciudad.
Las víctimas fueron identificadas por la Policía como Luis Roberto Medina (35) y Justina María Castelli Pérez (20), quienes viajaban juntos en el Citroën DC3 color rojo del primero, un inversionista del conocido boliche rosarino «Esperanto».
Fuentes policiales informaron a Télam que este domingo, alrededor de las 6, el empresario y la joven transitaban por Ayolas y Uriburu, en la zona sur de Rosario, cuando el Citroën DC3 fue interceptado por otros dos vehículos.
De acuerdo a los datos aportados por testigos, uno de estos rodados se cruzó delante y desde el interior del otro efectuaron una serie de balazos hacia el auto del empresario, dijeron los informantes.
Las fuentes señalaron que tanto Medina como la joven recibieron tres impactos de bala cada uno, por lo que murieron en el acto. Tras el ataque, los tiradores huyeron del lugar en los mismos vehículos en los que habían arribado, en tanto que la Policía local fue alertada del hecho.
Luego, los peritos policiales secuestraron en la escena del doble crimen numerosas vainas servidas calibre 9 milímetros, precisaron los voceros.
De acuerdo a los datos que manejan los pesquisas policiales, Medina tenía antecedentes penales por tenencia ilegal de arma de guerra y, además de inversionista en «Esperanto», era dueño de una agencia de venta de autos en la zona oeste de Rosario.
Por otro lado, la Justicia rosarina y la Secretaria de Seguridad de Santa Fe investigaban al empresario asesinado por su posible vinculación con causas por narcotráfico en la zona.
Medina también había sido mencionado en el caso del ataque a balazos cometido el 11 de octubre pasado contra la casa del gobernador santafesino, Antonio Bonfatti, en Rosario.
En esa causa se investigó un mensaje de texto con las iniciales del empresario (L: M.) y de tono intimidatorio hacia el gobernador Bonfatti que recibió la jueza rosarina, Raquel Cosgaya, quien inicialmente tuvo a su cargo la investigación del atentado a la vivienda del mandatario provincial.
“Averigüen q Viglione (Ana, la titular de Delitos Complejos de Santa Fe) se comprometió a hacer desaparecer el exp de L.M. No cumplió. Por eso pasó lo de Bonfatti y se la van a poner en autopista”, decía el mensaje que recibió en aquella oportunidad la magistrada en su teléfono celular.
A partir de esas sospechas, el abogado de Medina, Carlos Varela, se presentó luego en los Tribunales de Rosario y aclaró: “No hay ninguna causa que lo relacione en forma directa” con el narcotráfico ni con el atentado a Bonfatti.
El letrado afirmó que su entonces cliente era “totalmente ajeno” a esos delitos y que se ponía «a disposición” de la jueza de Instrucción 5 de Rosario, María Luisa Pérez Vara, quien quedó a cargo de la causa que antes tenía su colega Cosgaya.
Medina vivía en un lujoso country de la provincia de Buenos Aires y, según su abogado, era “sólo un hombre de negocios que hace dos años no está en la ciudad”, aunque en Rosario tenía intereses ligados “a la compra y venta de autos”.