La casa de la ex mujer del empresario Ibar Pérez Corradi, prófugo por el triple crimen de General Rodríguez y otras causas, fue allanada hoy sin éxito luego de que un informante revelara a la Policía que el fugitivo había ido a visitar a su familia a esa vivienda del partido bonaerense de Malvinas Argentinas.
El abogado del imputado, Juan José Ribelli, denunció que el operativo realizado por el Grupo Halcón, fue «muy violento», mientras que la ex esposa del prófugo, Liliana Raquel Aurehhuliu, aseguró que los efectivos amenazaron con armas a sus hijos y sobrinos.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el procedimiento comenzó anoche, cerca de las 23, y finalizó a las 5 de esta madrugada, en la vivienda situada en Thames 362, de la localidad bonaerense de Sordeaux, en el mencionado partido del noroeste del conurbano.
Según los voceros consultados, el allanamiento fue solicitado por la fiscalía de Don Torcuato al juez de Garantías 5 de San Isidro, Diego Martínez, luego de que un informante le asegurara a la Policía bonaerense que el prófugo desde hace 44 meses había ido a visitar a sus tres hijos.
No obstante, durante el procedimiento el empresario farmaceútico no fue encontrado, aunque la Policía secuestró dos camionetas, una Dodge Ram y un Jeep Grand Cherokee, además de computadoras y teléfonos.
Según una fuente, el informante dijo que Pérez Corradi (38) se movilizaba en una Dodge Ram a su nombre y que podía encontrarse en un domicilio de Don Torcuato, partido de Tigre, o en la casa de su ex mujer.
Luego de tareas de inteligencia, se estableció que no estaba en la primera vivienda y al comprobarse que la Dodge aparecía asiduamente en la casa de la ex esposa y que originalmente era roja y ahora estaba pintada de negro, con el logo del gimnasio de Aurehhuliu, pensaron que era una maniobra del prófugo para esconderse.
Ribelli informó a Télam que al momento del operativo estaba la ex mujer del empresario con sus hijos de 7, 10 y 12 años y sus dos sobrinos de 10 y 12.
«Policías del Grupo Halcón entraron a las patadas, abruptamente, rompiendo todo, con disparos al aire, gases lacrimógenos», denunció Ribelli.
Según el abogado, los policías mataron a los perros de la familia, que no fueron hallados, ya que se presume los cargaron en una camioneta y se los llevaron para que no los vieran, aunque quedaron las manchas de sangre.
Ribelli aseguró que los policías «sólo le decían que querían saber dónde estaba Pérez Corradi, la amenazaron con que esto no iba a terminar y dieron vuelta todo».
Para el letrado, «no hay otro motivo que haya justificado este allanamiento más que el amedrentamiento» y «ejercer presión contra Pérez Corradi».
«Esto parece una caza de brujas para presionarlo para que se presente a la Justicia», agregó.
Por su parte, la ex esposa del prófugo también denunció la violencia del operativo, se manifestó convencida de que su ex marido «está muerto» y si no es así, le pidió «que se entregue por sus hijos».
Sobre el allanamiento, afirmó que fue «de terror» y que el grupo Halcón derribó innecesariamente las dos puertas de la vivienda cuando ella al escucharlos les avisó que los iba a dejar entrar.
«Le apuntaron a los nenes y tiraron en la habitación de los chicos una bomba de humo. La Policía es un desastre, hubo mucho maltrato, los tiraron a los chicos al piso», comentó.
¿Un nene de siete años, qué puede hacer con una escopeta enorme en la cabeza?», señaló y se preguntó: ¿Por qué no empiezan a buscar bien a Pérez Corradi? No se investiga bien porque hace cuatro años que lo están buscando. ¿Quién es, Bin Laden que no lo encuentran?.
Sobre las presuntas actividades delictivas de su marido, Aurehhuliu señaló que sabía que «cambiaba cheques a delincuentes», que eran «excelentes amigos» con Sebastián Forza (34), una de las víctimas del triple crimen, pero dijo que no sabía nada ni del negocio de la efedrina, ni de los homicidios.
Pérez Corradi, quien se desempeñaba en la industria farmaceútica y fue financista, está en rebeldía y con pedido de captura desde el 15 de mayo de 2012, como presunto autor material del crimen de Forza, Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35) en 2008.
En el juicio que se realizó en el Tribunal Oral Criminal 2 de Mercedes en 2012, se consideró que el prófugo designó a Martín Lanatta (42), debido a su manejo en las armas de fuego y éste a sus cómplices, su hermano Christian (44) y los hermanos Víctor (34) y Marcelo Schillaci (35), para cometer los crímenes porque Forza y sus amigos se querían quedar con el negocio de la efedrina.
Por otra parte, el prófugo tiene un pedido de extradición de la justicia de los Estados Unidos, donde se lo acusa de enviar pastillas de Oxicodona, un derivado de la heroína, proceso a cargo de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado. Además, es investigado en la causa por la «mafia de los medicamentos» que tiene a su cargo el juez federal Sebastián Casanello.
Allanaron la casa de Pérez Corradi y su exesposa cree que está muerto
El operativo se realizó a partir del dato suministrado por un informante. Su exmujer dijo que cree que está muerto, pero que si está vivo que se entregue.