| En Parque Avellaneda

Un secuestro virtual terminó con la muerte del padre de la supuesta víctima

Un hombre se descompensó cuando lo llamaron para decirle que tenían a su hijo secuestrado. Pese a la atención médica falleció poco después. Pagaron el rescate.

La Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N°40, a cargo de Estela Andrades, tiene a su cargo la investigación del «secuestro virtual” del que fue víctima una familia del barrio porteño de Parque Avellaneda el sábado, y que provocó el fallecimiento de un hombre de 63 años. La representante del Ministerio Público informó que la autopsia determinó que la causa de la muerte de Orlando Giménez -padre del supuesto joven secuestrado- fue una “congestión y edema pulmonar” y “cardiopatía”.

Al recibir hoy el sumario, la Fiscalía delimitó los hechos que deben ser investigados y en ese sentido, le requirió al Juzgado de Instrucción N°21 una serie de diligencias, entre las que se encuentra que se oficie a las compañías telefónicas para que remitan “con carácter urgente” los listados de llamados entrantes y salientes y los mensajes de texto de dos números desde el 14 de junio a la fecha. La información deberá contener el domicilio de facturación, contacto, marca, modelo y número de los equipos utilizados y las celdas que se activaron. Además, las empresas deberán indicar si con posterioridad a esa fecha le fueron adjudicados nuevos números a los equipos.

El hecho

En el escrito, la fiscal Andrades reseñó que las actuaciones se iniciaron por averiguación de “secuestro virtual” seguido de muerte dudosa, a raíz de la intervención de un inspector de la Seccional 40ª de Policía Federal Argentina, quien a las 5:00 del sábado fue enviado a un domicilio de la Avenida Juan Bautista Alberdi al 4000, porque le habían dado aviso de que había una persona desvanecida.

Allí, una mujer le contó al policía que su marido se encontraba en el piso del comedor, en donde una médica del SAME le estaba practicando maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP); sin embargo, a las 5:30 confirmó la muerte. Explicó que su esposo había recibido un llamado al teléfono fijo, en el que le dijeron que tenían secuestrado a su hijo Fernando, de 32 años de edad. Al intentar comunicarse con él y no lograrlo, “se puso muy nervioso y cayó al piso”.

En ese contexto, tuvo que seguir en contacto por teléfono con la voz de un hombre, quien le exigió que lleve dinero y joyas a la esquina de las Avenida Alberdi y Lacarra y las deje en la vereda frente a una farmacia. La mujer pagó el supuesto rescate.

Según consta en el expediente, no pudo observar a las personas que se apoderaron de los bienes debido a la urgencia en volver a su casa para asistir a su pareja. Por su parte, el hijo negó haber sido víctima de un secuestro.

Fuente: Fiscales.


Compartir: 
Etiquetas: