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Armas ilegales: el mercado crece y se descontrola

Por Ignacio Ramirez– Asesinatos, robos violentos y delitos menores tienen un factor común: en la mayoría de los casos son perpetrados con armas ilegales, no registradas formalmente, y pertenecientes al mercado clandestino e irregular.

 

Las armerías clandestinas son una realidad en muchos de los barrios bajos y asentamientos bonaerenses. Las estadísticas criminales dan cuenta que siete de cada diez homicidios dolosos se ejecutaron con armas de fuego; además en los asaltos el uso de armas de fuego está presente en siete de cada diez robos.

 

En Argentina la cantidad de armas registradas duplica a la de los usuarios legales (casi 1.400.000 de armas registradas en el Registro Nacional de Armas, ReNAr, en posesión de las 640.226 personas). La cantidad de fierros puede crecer si se tiene en cuenta los abrumadores números del mercado negro nacional. Expertos en seguridad coinciden en que hay aproximadamente de un millón de armas de fuego clandestinas, la mayoría en manos de criminales o redes delictivas.

 

Según el instituto de investigación de la Corte Suprema de Justicia, más de la mitad de los muertos en homicidios dolosos de la ciudad de Buenos Aires fueron provocados con armas de fuego. Los datos de la estadística criminal de la dirección provincial de prevención del delito son concluyentes: siete de cada diez homicidios dolosos se cometieron con armas de fuego.

 

Según un informe del Ministerio de Seguridad Provincial, en 2012 hubo 50 mil investigaciones penales provisorias (IPP) por robos con mano armada, mientras que en 2011 habían sido 41 mil. Es decir que este delito aumentó un 22%, casi el 40% de los robos son cometidos utilizando una o más armas de fuego. Y alrededor de tres mil personas pierden la vida por año por un arma de fuego.

 

El plan de desarme del Renar logró destruir 151.330 armas de fuego y 1.205.726 municiones recibidas de manera anónima y voluntaria a cambio de un incentivo económico que van desde los 200 a los 600 pesos; desde el 2003 se redujo en un 92% las portaciones y en un 50%.

 

“Yo me pregunto se ha hecho una estadística para saber los legítimos usuarios de armas de fuego en cuanto de esos hechos participaron, estoy seguro que no. Y la incidencia de legítimos usuarios en la comisión de delitos es ínfima”, dice Hermes Acuña, investigador docente.

 

El mercado negro de armas es producto del contrabando y las de fabricación casera. Las barras bravas, la delincuencia en general, las mafias organizadas tienen acceso directo a las armerías clandestinas. Las fuentes del mercado negro son claras: por un lado las fuerzas de seguridad y los grandes depósitos de armamentos privados o estatales, pero también; los depósitos judiciales. El mercado también se nutre de los robos hormigas a depósitos, casas, negocios o campos. Los robos a propiedades nutren el mercado negro. Las municiones es un drama casi incontrolable. El poder de fuego de la delincuencia no tiene fin.


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