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Los temores de Boudou: cree que puede terminar preso antes de fin de año

Fue indagado en la causa en la que se investiga la renegociación de la deuda de Formosa. Contactos con Montenegro. Quiere que frenen su procesamiento.

Boudou está inquieto por su futuro.

Boudou está inquieto por su futuro.

El ex vicepresidente Amado Boudou pasó unos días por la costa uruguaya. El motivo no era tanto para despejarse o asistir a la presentación de un DJ, sino conversar a solas con si viejo amigo Guillermo Montenegro, actual embajador en el país limítrofe y que cada vez que Germán Garavano da un paso en falso suena como potencial miembro del gabinete.

Boudou y Montenegro tienen una vieja historia en común, que incluye pasión por motos de alta cilindrada y vacaciones juntos. El motivo de la charla en Punta del Este es que el ex vicepresidente teme que antes de las elecciones de octubre lo metan preso.
Su miedo, según le contó a Montenegro, no es que la causa por la imprenta Ciccone que va a juicio oral este año, sino por las irregularidades de la renegociación de deuda de Formosa, que corrió a cargo de The Old Found, firma que dirigía  Alejandro Paul Vandenbroele.
En diciembre el ex vice fue indagado por el juez federal Ariel Lijo.  El juez es muy amigo de su colega Rodolfo Canicoba Corral, juegan al truco junto, y Boudou quiere que Montenegro, que es amigo de Canicoba y de Lijo, haga una intervención en el tema.
The Old Found,  firma ignota y sin experiencia en el mercado de la consultoría y sin actividad comercial, antes de quedarse con Ciccone le había cobrado $7,6 millones a un ente de la provincia de Formosa por asesoramiento para la reestructuración de la deuda provincial con el Estado nacional.
Vandenbroele  había asesorado a Formosa para reestructurar la deuda que tenía esa provincia con la Nación cuando Boudou era ministro de Economía. El dinero de Formosa salió de las arcas del Fondo Fiduciario Provincial (Fonfipro), un ente que estaba a cargo de Jorge Melchor. Desde allí se hizo el pago que engrosó los bolsillos de José María Núñez Carmona (hoy radicado en España con negocios de importación) y de Vandenbroele.
En 2009, cuando Carlos Fernández era el ministro de Economía de la Nación, se firmó un acuerdo con Formosa. En julio de 2009 Boudou llegó al Ministerio y en septiembre de ese año la provincia firmó un convenio con The Old Fund por el asesoramiento.
La causa por el negocio entre Boudou y Formosa fue cerrada con suma velocidad por la Justicia formoseña y luego se reabrió en la justicia federal porteña. Antes de unificarse con el Caso Ciccone y quedar en manos de Lijo, estuvo a cargo del juez Sebastián Casanello y el fiscal Carlos Rívolo.
Para el fiscal, quedó demostrado que «la contratación por parte del gobierno formoseño de la supuesta consultora ‘The Old Fund’ era absolutamente prescindible en un proceso como el que se llevó a cabo…».
El dato que más complica a Boudou, o al menos así lo explica Lijo en su despacho del cuarto piso de Comodoro Py: en el expediente le preguntaron a todas las provincias de la Argentina si se había contratado a alguna consultora privada para asesorar en situaciones similares a la de Formosa y todas contestaron que no.
Boudou, economista al fin, cree que es difícil que la economía remonte este año y que el gobierno va a construir capital político en la cruzada anticorrupción. «Ellos necesitan alguien más preso, Cristina les sirve más afuera e (el gobernador Gildo) Insfran está arreglado con Frigerio (ministro del Interior), soy el blanco perfecto», asegura.
Hay algo más. Boudou cree quien desató esta causa para perjudicarlo en su momento fue Florencio Randazzo. «El le filtró todo a Clarín», asegura. Le espera un año muy complicado.