Sergio González, que gozaba del beneficio de libertad condicional por la polémica “Ley 2x1” tras ser condenado a prisión perpetua por el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas, volverá a la cárcel a cumplir lo que le resta de condena. Lo acusan de formar parte de una banda que elaboraba éxtasis. Sólo había estado preso durante cinco años.

El hombre de 42 años, encontrado culpable por la justicia de haber sido quien en el verano de 1997 obligó Cabezas a arrodillarse para ser asesinado de dos balazos, fue detenido el viernes pasado. Era uno de los “horneros” (cocineros) de la banda fabricante de drogas sintéticas conocida como “Breaking Bad”, en alusión a la famosa serie estadounidense sobre Walter White, un maestro de escuela secundaria quien desde una casa rodante monta un imperio de fabricación de metanfetamina.

En el marco de la causa por el crimen de Cabezas, González consiguió la libertad condicional tras el pago de una fianza de $20.000. Ahora volvió a caer arrestado por formar parte de una banda híper profesional. De hecho, una de las casas usadas por los traficantes, ubicada en Capitán Bermúdez al 2100, en Olivos, era un verdadero laboratorio de drogas: había máquinas acondicionadas, balanzas y tinta, entre otras cosas.

González vivía en La Plata desde que fue puesto en libertad. En su poder tenía una escopeta calibre 12 modelo 5500 MK2 y un revólver calibre 38, informaron fuentes policiales.