La ejecución a tiros del argentino Federico Mazzoni en el complejo del que era gerente en Playa del Carmen se inscribe en un contexto de extorsiones a empresarios hoteleros y guerra de bandas en el estado mexicano de Quintana Roo, donde el turismo es la principal fuente legal de ingreso de divisas.
El homicidio de Mazzoni, a manos de dos sicarios que escaparon por el mar en una moto de agua, fue el último de una seguidilla de crímenes que impactan en la actividad turística de la región, que recibe a millones de visitantes de todo el mundo, pero en especial de los Estados Unidos.
El mismo martes que se produjo el asesinato de Mazzoni, la embajada de los Estados Unidos, a través del consulado de Mérid, alertó a sus ciudadanos que se trataba de una zona donde la violencia había cobrado intensidad en las últimas semanas.
“A la luz de los recientes incidentes de seguridad y la actividad delictiva en destinos turísticos populares como Cancún, Playa del Carmen y Tulum, se recuerda a los ciudadanos estadounidenses que tengan mayor precaución cuando viajen al estado de Quintana Roo. La actividad delictiva y la violencia pueden ocurrir en todo el estado, incluidas las áreas frecuentadas por visitantes ciudadanos estadounidenses”, advirtió en un comunicado.
Una serie
La serie de homicidios y ataques a tiros se iniciaron el 4 de noviembre, cuando fueron asesinadas dos personas frente al hotel Hyatt Ziva Riviera, en Puerto Morelos. Siguieron el 13 de enero con un ataque a tiros en la zona arqueológica de Tulum, donde asesinaron a una persona. Otro capítulo fue el 21 de este mes, con el asesinato de dos canadienses en en Playa del Carmen y finaliza el martes 25 con el asesinato de Mazzoni en el club donde trabajaba como gerente.
Quienes conocen de primera mano la actualidad política mexicana explican, que más allá del narcotráfico y la corrupción, hay otros motivos que explican el clima de violencia que se vive en el estado de Quintana Roo.
Este año hay elecciones en ese estado, que en estos momentos está en manos de Carlos Joaquín Gonzáles, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), opositor al presidente Manuel López Obrador, de Morena.
En los estados donde gobierna el oficialismo la situación de violencia estructural que azota a México parece más controlada o no es tan llamativa, mientras que en los que responden a la oposición salen de cauce. Las elecciones en Quintana Roo están previstas para el 5 de junio y entonces Morena, el partido de López Obrador, espera sumar un gobernador propio.
Extorsiones
De todos modos, el gobierno nacional de México puso “en marcha el pasado 1 de diciembre al denominado Batallón de Seguridad Turística, conformado por agentes de la Guardia Nacional, pero los incidentes continúan”, advirtió el diario Reforma
“Empresarios y restauranteros dijeron que son presionados y amenazados por grupos criminales para que les permitan vender droga en los puntos turísticos”, agrega el informe publicado en las últimas horas.
En esa línea de aprietes y extorsiones se inscribe el asesinato del argentino Mazzoni, en el complejo turístico donde trabajaba como gerente y se desempeñaba además como persona de extrema confianza, de Jorge Mazurca Fuentes, propietario del complejo Mamita’s Beach Club.
“El dueño denunció algo que no tenía que denunciar, lo buscaron varios días y como no lo encontraron mataron a mi hermano, que lo seguía en jerarquía», denunció la hermana de Mazzoni, este miércoles a medios locales, cuando se conoció el crimen.
La fiesta que no fue
La hipótesis es certera. Un colega mexicano que pide reserva de su identidad lo confirmó en diálogo con CyR.
“Les quedó mal el dueño a los malandros, porque no les dieron permiso para hacer un festival de música electrónica en dónde iban a vender cochinadas a lo bestia”, explica.
“Y como no lo hicieron pues no hay venta. Si no hay venta hay muerto”, grafica. Entonces el muerto fue Mazzoni porque no encontraron a Mazurca Fuentes.
Así lo certifica el periodista de la zona: “Iban por el dueño”.