En medio de un clima de malestar evidente en Olivos contra el parlamentario del Mercosur y operador judicial Fabián Rodríguez Simón (le achacan impericia por el fallo de la Corte sobre jubilaciones y el drástico recorte de poder que sufrió Carlos Rosekrantz en el tribunal), Germán Garavano le llevó a Mauricio Macri en las últimas horas otro culpable perfecto: Enrique «Coti» Nosiglia.
Según pudo conocer CyR, el ministro de Justicia le acercó al Presidente la idea de que Nosiglia, Ernesto Sanz y Ricardo Lorenzetti se han embarcado en un plan cuyo corolario es encumbrar como presidente a Horacio Rosatti. Sería un giro imperdible porque Rosatti es cercano a Elisa Carrió, némesis del rafaelino. De hecho, los dos fueron convencionales constituyentes cuando se reformó la Constitución.
Es llamativa la especie, porque uno los hijos del titular de la cartera de Justicia, Hipólito Nosigilia, es hijo del encumbrado dirigente radical. Por eso hace un poco de ruido, pero en la política todo es posible. Y no hay que olvidar tampoco, que la propia Carrió le quiso iniciar un juicio político a Garavano por haber hablado en contra de las prisiones preventivas para ex funcionarios, lo que se interpretó como una defensa de CFK.
En algún momento habrá que repasar todas las cuestiones y expedientes judiciales que circulan por este ducto de influencias entre los radicales y Lorenzetti y donde hay una tercer pieza infaltable: el estudio jurídico de Ricardo Gil Lavedra. Una zona gris para la cual Rosenkrantz y su vocación por saberlo todo implican un riesgo.
Durante el miércoles y el jueves últimos, tras el fatal acuerdo del martes, cuando Rosatti, Lorenzetti y Maqueda lo recortaron al presidente, estuvo muy fuerte el rumor de la renuncia de Rosenkrantz a la presidencia, e incluso, a la Corte misma. Pero no como consecuencia del golpe institucional.
Sucede que el ministro está muy alterado por una causa que se le inició la semana pasada en la cual se lo acusa por la presunta quiebra fraudulenta de la empresa que maneja en el país los locales de la empresa de comidas rápidas Mc Donalds. Se trata de Arcos Dorados, firma muy cercana a la Embajada de EEUU, igual que el juez. Rosenkrantz le dijo a sus secretarios que esa denuncia venía impulsada por un abogado muy cercano a Ernesto Sanz.
Está creciendo el malestar del círculo presidencial con Nosiglia, especialmente desde que Macri detectó el plan del operador radical de lanzar a Martín Lousteau a una PASO en Cambiemos contra el propio presidente, cuando todas las variables para el gobierno vienen negativas y el 2019 se perfila complicado. Garavano ahora contribuye a esa animosidad.
El ministro de Justicia, debe decirse, también salió herido porque se conoció su reunión de dos horas en la vocalía de Elena Highton de Nolasco, reunión que finalmente no sirvió para nada, ni para frenar el fallo jubilatoria ni para rescatar a Rosenkrantz. Un dato no menor: Highton no firmó la acordada 44 que recortó las atribuciones de Rosenkrantz. El columnista Carlos Pagni sostuvo que fue presionada para borrar la firma.
Pregunta: ¿ Es cierto que esa visita de Garavano fue difundida desde la vocalía de Lorenzetti donde todavía se maneja la información que recogen las Cámaras del cuarto piso?