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Un vecino rescata a los tiros a un joven secuestrado

Un delincuente murió de un balazo al tirotearse con una persona a la que presuntamente quiso asaltar en la localidad de Ramos Mejía, mientras llevaba cautivo, junto a dos cómplices, a un joven de 22 años al que había interceptado con fines de robo.

Según informaron fuentes policiales a la agencia Télam, todo comenzó el lunes pasado poco después de la medianoche, cuando un joven estudiante identificado como Sergio Rubén Brites circulaba a bordo de su automóvil Ford Ka negro por Mariano Moreno, entre Cavassa y Lisandro de la Torre, en Caseros, partido de Tres de Febrero.

Brites se aproximaba a una de las bocacalles cuando se vio sorprendido por el cruce de un auto Volkswagen Fox gris con al menos cinco ocupantes, que le cortó el paso y lo obligó a detenerse. Inmediatamente, Brites vio bajar del Fox a tres delincuentes armados, quienes se aproximaron junto a su ventanilla y le ordenaron que abriera la puerta, descendiera del vehículo y se ubicara en el asiento trasero custodiado por uno de los miembros de la banda.

El joven obedeció y observó cómo los dos agresores restantes ocupaban los asientos del conductor y del acompañante, ponían en marcha el motor y se alejaban del lugar seguidos de cerca por el Fox gris. De acuerdo a lo relatado por los voceros consultados, los delincuentes condujeron con Brites cautivo por unas 40 cuadras hasta la casa de su abuela, situada en el partido de La Matanza, donde tenían la intención de ingresar a robar.

Sin embargo, como cuando llegaron al lugar encontraron demasiada gente en los alrededores, desistieron y volvieron a iniciar la marcha. Finalmente, al llegar a la intersección de Elsa O´Connor y Escalada, de Ramos Mejía, partido de La Matanza, los ladrones volvieron a detener el auto y dos de ellos bajaron mientras dejaban a Brites con quien lo custodiaba aún en el asiento trasero.

Los dos delincuentes abordaron a una persona a pie o en un auto presuntamente con intención de asaltarla, aunque ésta se resistió, extrajo un arma de fuego y se inició un breve tiroteo que terminó cuando uno de los captores recibió un balazo en la espalda que lo mató inmediatamente.

El cómplice, por su parte, consiguió regresar al Ford Ka, volvió detrás del volante, pisó el acelerador y se alejó a toda velocidad junto al restante miembro de la banda y al joven cautivo, siempre acompañados por los otros dos delincuentes en el Volkswagen Fox. Según relató más tarde Brites a la policía, tras recorrer unos 200 metros, sus captores lo liberaron, lo abandonaron ileso en la vía pública y continuaron con la fuga.


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