«Cuando entren al octavo D nos van a encontrar a todos muertos. Ya no podíamos seguir viviendo así. Llame a la policía», decía una nota encontrada por el encargado de un edificio en la puerta de un departamento. Cuando entró la policía, había un matrimonio y un hijo muertos con un tiro en la cabeza. La policía cree que el hombre mató a su mujer, a su hijo y luego se suicidó.
Según los investigadores, todo comenzó esta mañana, alrededor de las 6.45, cuando el encargado del edificio recibió un mensaje escrito pegado en la puerta del departamento del 8vo.»D», en el advertían que adentro estaban todos muertos.
«Cuando hoy le tiro el diario vi un sobre pegado prolijamente en la puerta que decía ‘ para Rubén’. Cuando el portero vino a desayunar le avisé que estaba ese sobre y diez minutos después vino shockeado porque en la nota decía que (el hombre) había matado a la mujer, al hijo y se había suicidado», dijo a la prensa el canillita del barrio.
El hombre llamó inmediatamente al teléfono de emergencias policiales 911 y contó lo que había pasado, por lo que un móvil de la comisaría 19a. se dirigió al lugar junto a personal del SAME.
La carta que secuestraron los policías decía: «Cuando entren al octavo D nos van a encontrar a todos muertos. Ya no podíamos seguir viviendo así. Llame a la Policía».
Efectivamente, al ingresar al departamento, los policías hallaron en el living los cuerpos de una mujer y de un hombre.
Las fuentes policiales dijeron que ambos presentaban disparos de arma de fuego en la cabeza y que estaban fallecidos.
Luego, en el baño de la vivienda encontraron el cadáver del tercer integrante de la familia, quien también presentaba un tiro en la cabeza.
Los voceros dijeron que en el baño fue encontrado un revólver calibre .38 con tres vainas servidas en su tambor.
Además, los efectivos de la comisaría 19a. hallaron otro revólver calibre .38 en el living, con su carga completa.
Las personas fallecidas fueron identificadas por la Policía como Alejandro Zeida (73), su esposa Elvira Sosa (80); y su hijo Víctor Zeida (35), quien tenía problemas psiquiátricos.
«Era un matrimonio muy querido, desde hace quince años estoy acá y parecía un matrimonio muy unido», expresó el diariero.
La principal sospecha de los investigadores es que se trató de un drama familiar, en el que el dueño de casa asesinó a su hijo en el living, luego a su esposa y finalmente se dirigió al baño y se suicidó.
«Los tres cuerpos presentan un balazo en la cabeza», dijo a Télam un jefe policial que esta tarde trabajaba en el lugar, quien agregó que se estaban tratando de entrevistar a otros familiares que puedan aportar algún dato sobre si existía algún problema entre ellos.
Además, los pesquisas entrevistaron a los vecinos del edificio en busca de establecer si existió alguna discusión dentro del departamento donde ocurrieron las muertes.
En ese sentido, el canillita contó que el vecino del 7mo «D» comentó que «el sábado a la noche sintió muchos ruidos de movimiento de muebles», aunque aclaró que no se escucharon disparos.
«Mientras yo estuve en el edificio no había signos de robo, ni puerta dañada y no escuché ningún disparo», concluyó el hombre.
De acuerdo a los voceros policiales, Zeida y su mujer estaban jubilados, mientras que su hijo era «autista».
El hecho es investigado por personal de la comisaría 19a., bajo las órdenes del juzgado de instrucción porteño número 38, a cargo de la jueza Alicia Iermini.