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Un día en la Penitenciaría

Por Vivian Perrone*

Un Dia en la Penitenciaría

 

Muchas veces escuché a los jueces decirme que mi hijo ya estaba muerto, que ellos ahora estaban por los que están imputados por esas muertes. Sentí un gran dolor al darme cuenta que los únicos que luchaban por los derechos humanos de Kevin era su familia, nosotros.

Lo último que supe de la causa de Kevin fue cuando el Juez de Ejecución me dijo que su asesino no iba a ir nunca preso porque las cárceles no sirven.

Fue entonces que decidí ir a ver como están las cárceles hoy.

Pero no fue tan fácil ir. Primero fue una lucha interna con mí ser. Ahí me iba a cruzar con quienes generan este dolor lacerante de la pérdida. Los que generan el desconsuelo de tantos que pasan por la Asociación Madres del Dolor. Pero Kevin día a día me va guiando y dentro de mí sabía que tenía que enfrentar a esta realidad si quiero seguir hablando de Justicia. Así que fui a la Unidad 31 de la penitenciaría de Ezeiza.

Allí hay madres que están con sus hijos hasta que estos cumplen 4 años.

Hablé con el Director, con las maestras jardineras, con psicólogas y abogadas que trabajan dentro de la Penitenciaría. Y después las pude ver a ellas, a las internas.

No puedo llegar a comprender muchos temas. Pero mi conclusión es que esta Penitenciaría es un fiel reflejo de como esta nuestra sociedad hoy.

Los edificios están muy bien cuidados.

Pero muchas cosas están mal. .Quienes están internadas con sus chiquitos tienen beneficios, entonces muchas de ellas dicen que los chiquitos son sus hijos pero realmente no se sabe si es así porque la mayoría de ellos entran indocumentados a la Penitenciaría. No se sabe donde nacieron, cuando y quiénes son sus padres realmente.

A estas internas no se les puede hacer una requisa. No hay protocolo para esto.

Las mujeres cobran 2500 pesos de peculio por trabajar. Las que están con chiquitos lo cobran igual aunque no trabajan. Tienen el jardín maternal para dejar a estos chiquitos así ellas pueden aprender un oficio o estudiar. De las 45 mujeres que están internadas con chicos, solo cuatro trabajan y ninguna estudia.

Hay un diagrama de actividades pero no lo cumplen. No se les puede obligar a cumplir un horario y esto genera disturbios porque los chiquitos no duermen bien ya que muchas dejan las radios encendidas hasta altas horas.

Ahora tienen el beneficio de poder hacer visitas de penal de mujeres a penal de hombres. Se crean vínculos y quedan embarazadas. Los abogados defensores plantean que las mujeres embarazadas necesitan ayuda y ahora están reclamando un servicio de limpieza para ellas.

Los jueces solo van dos veces por año a visitar a la penitenciaría.

Entonces: ¿Quien se hace cargo de estos chiquitos?

Falta legislación. La patria potestad la tiene la madre porque ellas están detenidas, no los bebes. Muchas son buenas madres pero otras usan a estos chicos para obtener los beneficios. Algunas los tratan mal. Ya no hay códigos y en las peleas que hay entre ellas les pegan a las embarazadas o madres con chicos en brazos han recibido puntazos.

Pero nadie se hace cargo de estos chicos. Hay un vacío legal. Los organismos de control como CENAE,  van a la penitenciaría pero no toman decisiones. Los jefes de este organismo se llaman Marisa Grahan y Lerner. Nunca van a la penitenciaría.

Hay mucha violencia dentro de la cárcel porque estas mujeres vienen de realidades violentas pero no se hace nada para no repetir lo mismo con los bebes. Es más violento el sector con población de madres por los liderazgos y porque no se puede poner límites.

Esta población es muy demandante. No aceptan ropa usada para los chiquitos ni cualquier pañal. Antes quienes venían a visitarlas les traían mercadería pero ahora quienes las visitan se van con bolsas que les dan las internas.

Hay casos donde las madres afuera de la cárcel hacen abandono de sus hijos y vulneran sus derechos pero luego quedan internadas con ellos. Hay una interna que mató a un hijo en su casa y está internada con su bebé. Las demás internas y las guardias tratan de tenerla vigilada.

Antes la población carcelaria estaba llena de mujeres que estaban presas por tráfico de droga. Hoy lo están por homicidio.

La pregunta es: ¿Qué hacemos por esos chiquitos?

*Asociación Madres del Dolor.

 

 


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