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Un ataque a la libertad de expresión

Por Hernán Víctor Gullco*

La Sala D de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Capital Federal dictó sentencia en un caso en que María Cecilia Pando había demandado a la revista Barcelona en razón de considerarse agraviada por un fotomontaje satírico. La Cámara de Apelaciones confirmó la condena civil impuesta a la revista en primera instancia y elevó el monto de la indemnización fijada en primera instancia de $ 40.000 a $ 70.000.

En su decisión, la Cámara reconoció la importancia fundamental de la libertad de expresión para una democracia y la sátira como un aspecto fundamental de la actividad crítica del periodismo. También aceptó que la señora Pando era un «personaje público» a raíz del estado de notoriedad que tomaron sus actividades en programas televisivos, actos públicos, medios gráficos y en la Web en defensa de militares y personal de las Fuerzas Armadas que prestaron servicios durante el Proceso de Reorganización Nacional, lo cual la había llevado a formar la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina.

Tal fundamentación no tiene en cuenta que las características del caso (el carácter de personaje público de Pando y el notorio interés público del tema discutido por la revista, esto es, su defensa de la actuación de las Fuerzas Armadas durante la última dictadura) obligaban a la Cámara de Apelaciones a efectuar en su sentencia un examen detallado a los fines de resolver si los juicios de valor difundidos por la revista se encontraban protegidos por el derecho a la libre expresión a la luz de los estándares elaborados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Al decidir de esa forma, la Cámara de Apelaciones no tuvo en cuenta que la sátira y la caricatura políticas han estado tradicionalmente protegidas por el derecho a la libre expresión en cuestiones de interés público que afectan a personas que voluntariamente se han involucrado en dichas cuestiones, tal como es el caso de la señora Cecilia Pando. Por tal razón, si se considera que la sátira de la revista Barcelona no está protegida por la libertad de expresión, es difícil imaginar qué tipo de sátira sí lo estaría.

El fallo de Cámara constituye, así, un peligroso precedente para la vigencia de la libre expresión que contradice los principios desarrollados por la Corte Suprema de la Nación y la Corte Interamericana respecto del citado derecho.

Presidente de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC)


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