
El presidente norteamericano Donald Trump ordenó la reapertura y ampliación de la mítica prisión de Alcatraz, ubicada en la bahía de San Francisco, en California, convertida en un ícono gracias a decenas de películas.
Según el mandatario, la reapertura de la prisión es parte de un plan para combatir la criminalidad en el país. Según anunció en su red social Truth Social, la medida busca encarcelar a los delincuentes “más despiadados y violentos” de Estados Unidos.
“Ya no seremos rehenes de criminales, matones y jueces que tienen miedo de hacer su trabajo y permitirnos expulsar a criminales, que entraron ilegalmente a nuestro País. La reapertura de Alcatraz servirá como símbolo de Ley, Orden y Justicia. ¡Haremos a América grande de nuevo!“, escribió Trump en su red social.
La cárcel que se cerró en 1963, es en la actualidad un sitio que se dedica al turismo y se pueden realizar visitas de día y nocturnas por el precio de un ticket de 45 dólares.
Los calabozos
El paseo incluye el transporte en ferry hasta la isla, un paseo de tres horas y el acceso a un sistema de audioguía y a las exposiciones permanentes.
La visita puede incluir pasar por los calabozos de presos famosos como Al Capone o las de otros reclusos que pudieron escapar luego de hacer agujeros en la pared solamente con una cuchara como herramienta.
A pesar de se consideró una de las cárceles más seguras de los Estados Unidos, durante su funcionamiento hubo varias fugas.
“En 1962, tres presos —Frank Morris, John Anglin y Clarence Anglin— se convirtieron en los fugitivos más famosos de Alcatraz tras perforar agujeros en las paredes de sus celdas y usar balsas improvisadas para remar hacia la libertad. Aunque se realizaron extensas búsquedas, nunca se encontró rastro de ellos y su paradero sigue siendo un misterio hasta el día de hoy”, recuerda el sitio oficial.
Si bien la investigación oficial sostiene que los tres presos se ahogaron en las aguas de la bahía, lo cierto es que a los cuerpos nunca los encontraron por lo que se presume que pudieron seguir con vida tras la fuga.
En la isla de casi 9 hectáreas de superficie primero se construyó un faro, luego se convirtió en una guarnición militar y en 1934 pasó a convertirse en una prisión de máxima seguridad del servicio penitenciario federal del gobierno de los Estados Unidos.
La cárcel se cerró en 1963 por orden del fiscal general Roberto Kennedy, durante la presidencia de su hermano John, no como consecuencia de la fuga de 1962 sino por su alto costo de funcionamiento.
Tras su cierre la ocuparon duranto unos años diversos pueblos originarios hasta que en 1972 se convirtió en un parque nacional, para convertirse en un destino turístico.
Sin duda uno de los presos más famosos que pasó sus días en Alcatraz fue Al Capone, el legendario jefe mafioso que sin embargo recibió una condena por evasión de impuestos.
Se lo envió a esa prisión en 1934 y allí cumplió 7 años de su condena.