La trama es enrevesada y compleja. Tiene ingredientes de todo tipo: narcotráfico, carteles colombianos, toneladas de cocaína, encubrimiento de altos funcionarios judiciales, homicidios por encargo y miembros de la barra brava de Boca acusados de haber actuado como sicarios de dos crímenes resonantes ocurridos en el estacionamiento del shopping Unicenter de Martínez, en julio de 2008.
Los barras de Boca Víctor Hugo Ovejero Olmedo (El Pelado) y Jorge Daniel Moreyra (El Zurdo) están acusados de haber sido los autores materiales de los homicidios de los colombianos Jorge Alexander Quinteros Gartner y Héctor Edilson Duque Ceballos el 24 de julio de 2008, alrededor de las 20. Otra barra de Boca, Richard William Laluz Fernández, alias El Uruguayo, está acusado como coautor, junto con Carlos Gustavo Luaces, Mario Martín López Magallanes, también imputados como organizadores de los dos crímenes por encargo.
Para todos ellos, el titular de la Fiscalía Criminal y Correccional Federal Nº2 de San Isidro, Fernando Domínguez, solicitó la elevación a juicio oral, decisión que ahora debe confirmar la jueza federal Sandra Arroyo Salgado. Según la Fiscalía, los dos homicidios se produjeron en el marco de un “complejo entramado de crimen organizado vinculado al tráfico nacional e internacional de sustancias estupefacientes».
De los tres barras el más conocido es Laluz Fernández, quien quedó paralítico tras haber sido atacado a tiros en el boliche Cocodrilo, el 12 de marzo de 2011. En un reportaje que había dado años atrás a Crimen y Razón había acusado del ataque a los hermanos Di Zeo, quienes resultaron absueltos en el juicio oral que se realizó en el 2014.
Antes de ese tiroteo en el boliche del que era habitué Diego Maradona, El Uruguayo fue en 2008 uno de los organizadores, según el fiscal, del doble crimen de los colombianos, dedicados al narcotráfico y rivales del Cartel del Valle, por encargo del compatriota Julián Andrés Jiménez Jaramillo, nieto de uno de los capos del cartel, quien habría oficiado como entregador.
Para la fiscalía, Luaces, a quien se señala como socio de Gustavo Juliá, fue también uno de los organizadores del doble crimen. Los dos fueron acusados de haber actuado como correos del narcotráfico en la empresa aérea que tenían en común.
Juliá fue condenado en España con su hermano luego de haber sido atrapado en un avión con una tonelada de cocaína. Por ese caso, estuvo detenido el copiloto Matías Miret, quien resultó absuelto en la causa en España. Miret declaró que cuando estuvo detenido en España en la cárcel conoció a Ovejero Olmedo, quien le dijo haber sido el autor del doble crimen del Unicenter. “Lo escuché decir que con (Jorge) Moreyra y (Mario) López Magallanes estuvieron involucrados en los crímenes de Unicenter”, afirmó Miret al declarar como testigo ante el fiscal Domínguez.
López Magallanes era el dueño de la droguería Unifarma y ex socio de Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez. López Magallanes está detenido detenido desde el 24 de junio de 2016 por el delito de «doble homicidio agravado por haber mediado precio o promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas, a título de coautor». Según la fiscalía, López Magallanes habría cobrado unos cinco millones de pesos por el crimen de los colombianos y por el triple crimen.
El doble homicidio fue investigado originalmente por los fiscales de San Isidro Diego Grau y Luis Angelini, quien denunciaron una trama de encubrimiento liderada por quien era el jefe de los dos: el fiscal general de San Isidro Julio Novo, suspendido en su cargo, tras haber sido procesado por la jueza federal Arroyo Salgado. La causa de Unicenter pasó de la justicia ordinaria a la federal, donde finalmente pudo avanzar. La hipótesis de los fiscales era que Novo puso trabas para que el doble crimen no terminara involucrando a los hermanos Juliá. En la investigación se había conectado los teléfonos de la empresa de los hermanos Julia con los acusados por los homicidios. Novo está actualmente procesado.