| Investigación

Tras los arrestos piden investigar los vínculos de Revolución Federal con los Caputo

El líder de la agrupación negó las acusaciones en su contra.

Los cuatro detenidos ayer del espacio Revolución Federal en la causa judicial en la que se los investiga por impulsar acciones violentas contra dirigentes políticos e incluso por sugerir la posibilidad de un atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, fueron indagados hoy.

Al mismo tiempo, el abogado José Manuel Ubeira, que representa a la vicepresidenta, pidió que se investiguen los vínculos del grupo y de los sospechosos con las empresas de la familia Caputo, que tiene relación con el ex ministro de Finanzas de Macri.

Los presos son Jonathan Ezequiel Morel, referente y vocero de la agrupación ultraviolenta, y los integrantes de ese espacio Leonardo Franco Sosa, Gastón Ezequiel Guerra y Sabrina Basile, hija del ex entrenador de la Selección Argentina.

Sus abogados presentaron recursos de excarcelación, mientras que los detenidos respondieron en forma virtual desde sus lugares de detención. Los arrestos los realizó ayer la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Su defensa

Morel sostuvo que el no tuvo “la culpa” de que “un loco” atentó contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y negó las acusaciones en su contra.

“Se mostró enteramente dispuesto a colaborar. Contó que Revolución Federal fracasó y que comenzó a disolverse en el último tiempo y respondió todo lo que le preguntó la fiscalía”, dijo su abogado Tomás Fraga Cepeda.

Morel se refirió también a su carpintería, ofreció detalles del supuesto trabajo que hizo para empresas vinculadas a Caputo Hermanos y sostuvo que los pagos millonarios que recibió fueron para trabajos de carpintería y no para financiar a Revolución Federal, según su defensa.

De acuerdo con el expediente judicial, los sospechosos integran una organización «desde la cual llevaron a cabo un esquema delictivo que diseñaron para imponer sus ideas y combatir las ajenas por la fuerza y el temor».

Las detenciones de los tres hombres las concretó ayer la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) por orden del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, mientras que Basile se entregó por la tarde en el tribunal.

Para los investigadores, las consignas y manifestaciones violentas protagonizadas por Revolución Federal desde mayo de este año pudieron haber funcionado como «caldo de cultivo, como el discurso de odio que desencadenó» el intento de asesinato de la vicepresidenta.

La financiación

El abogado de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, Manuel Ubeira, sostuvo hoy que «está en vilo el sistema democrático en su totalidad» con el accionar de «grupos neonazis financiados por el sector de la derecha del país y cobijados bajo el accionar de los medios concentrados«, en referencia a los detenidos ayer.

El juez Martínez de Giorgi aceptó a la vicepresidenta como querellan en la causa. El magistrado le quiso enviar el expediente a su colega María Eugencia Capuchetti, quien investiga el atentado, por entender que había conexión entre los dos casos, pero ella lo rechazó.

«Estos señores han avanzado dentro de sus brutalidades al amparo de algún grado de financiación y la financiación está clara con un aporte importante de la familia Caputo«, dijo el abogado en declaraciones a FM Nacional Rock.

«Estamos viendo la conformación de los fideicomisos y creemos que son organizaciones que han crecido al calor de las alas ultraderecha de lo que son la derecha nacional. No se explica el crecimiento de esta gente si uno no ve a Patricia Bullrich y a otras personas violentas con discurso de odio desde los partidos de la oposición», indicó el letrado.

Para Ubeira, «acaba de aparecer la punta del iceberg» en referencia a los llamados telefónicos descubiertos por la justicia y, «ahora, será la investigación con los cruces de llamadas y la investigación sobre el fondo financiero y el fondo fiduciario de los Caputo» la que tendrá que completarse para saber «qué relaciones históricas tienen, desde qué momento empezaron a relacionarse».

«Esperamos que el sistema funcione, no tenemos grandes expectativas y nos manejamos con la prueba ya que a diferencia de otros nosotros, no armamos causas ni armamos falsos culpables», añadió.