El titular de la Cámara de Casación Penal, Mariano Borinsky, logró algo impensado: poner a la mayoría del fuero penal en su contra. Esto ocurrió luego de que el juez firmara una resolución en la que instaba a los integrantes de los tribunales orales a que fueran más eficientes en el uso de las salas de Comodoro Py disponibles para los debates orales y píublicos.Les pedía además que extendieran los horarios. En otros palabras: que dedicaran más tiempo a los juicios. En una declaración firmada por todos los integrantes de los tribunales orales expresaron el “profundo malestar generado por los términos de la resolución nro. 149/14 del pasado 7 de marzo y su posterior divulgación periodística”. Los jueces dijeron que “dicha resolución no sólo revela un desconocimiento de la realidad del fuero al que se dirige sino que su trascendencia mediática lejos de contribuir a ‘que la labor sea lo más eficaz y eficiente posible’ ha significado un imprudente aporte al desprestigio de la tarea jurisdiccional”. Lo que, según los suscriptos, se reflejaba “en las opiniones de los lectores que comentaron la noticia” y cuya copia impresa se adjuntó a la misiva».