El juez Luis «Bachicha» Cabral vive un momento de cierta zozobra. A lo largo de 2016 quedó en evidencia el efecto que tuvo su llegada a Daniel Scioli durante la campaña; de hecho hasta una semana antes de la primera vuelta el integrante del Consejo de la Magistratura solía decir que Mauricio Macri no tenía chance alguna. Y se equivocó feo.
En el Pro saben del asado que hizo en su quinta en esas fechas con la presencia de Ricardo Casal que ya tenía prometido el Ministerio de Justicia. Pero Scioli perdió y en Cambiemos no le perdonan a Cabral su cercanía con el perdedor.
A lo largo del año Cabral dijo una y otra vez que la justicia en lo Contencioso Administrativo le daría la razón y que sería repuesto como subrogante en la Cámara de Casación Penal Federal. El fallo que esperaba nunca llegó porque no logró entenderse con Sergio Fernández, camarista que domina ese fuero. Allí también tiene la rivalidad de José Luis López Castiñeira que apoya a la lista Compromiso Judicial.
Luego Cabral intentó que un allegado a su persona subrogara la vacante del jubilado juez federal Norberto Oyarbide en Comodoro Py hasta que se hiciera el concurso pero esa idea fue bloqueada por el representante del Ejecutivo Juan Mahíques.
En la elección de la Asociación de Magistrados su lista bordó triunfó, pero la ganadora es María Lila Gómez de Alonso, camarista comercial muy cercana a Ricardo Recondo que viene a ser su adversario en la interna de la lista. Recondo siempre tuvo diálogo con Macri desde que este era jefe de gobierno y siempre lo vió con chances de ser presidente.