El fiscal federal Eduardo Taiano pidió hoy citar a declaración indagatoria al técnico informático Diego Lagomarsino, por ser el titular del arma de la que salió el disparó que terminó con la vida del ex titular de la UFI AMIA Alberto Nisman.
En el escrito que le entregó al juez Julián Ercolini, el fiscal detalló que existen riesgos de que el técnico pueda entorpecer la causa y delegó en el magistrado la decisión de asegurar que Lagormarsino esté “sujeto a derecho”, que ya tiene prohibida la salida del país.
El pedido de indagatoria sigue la misma línea de la pericia que hizo la Gendarmería para abonar la hipótesis de que a Nisman lo mataron, lo que va a contramano de la conclusión de los peritos del Cuerpo Médico Forense que depende de la Corte Suprema, que sostuvo que no hubo evidencias de la presencia de terceras personas en el baño donde murió el fiscal.
Según trascendió del dictamen presentado por Taiano, el fiscal solicitó además de la indagatoria de cuatro custodios de Nisman. Para Taiano, los policías no habrían cumplido con los deberes de funcionario público al no proteger la vida del fiscal.
Taiano entiende que el técnico informático fue partícipe de la muerte de Nisman por haberle dado el arma que terminó con la vida del fiscal. Según el dictamen, el arma de Lagomarsino cumplió el rol de arma “amiga” como parte del posterior “montaje de suicidio”.
El fiscal, sin embargo, sostuvo que no hay elementos de prueba para sostener que el técnico informático haya sido el autor del homicidio, pero sí para pensar que fue parte de un plan criminal. No explica la evidente torpeza de Lagomarsino de deja su arma a fiscal para que después lo acusaran como ocurre ahora.
Con el llamado a indagatoria, Taiano avaló la pericia de la junta interdisciplinaria de la Gendarmería que concluyó que Nisman fue asesinado.»Los integrantes de esta junta interdisciplinaria de Gendarmería Nacional se encuentran en condiciones de concluir que la muerte violenta de Nisman se trató de un homicidio», concluyeron desde la fuerza de seguridad, en un informe que contradice las pericias anteriores realizadas por el equipo de la Corte Suprema.
Tras conocerse los resultados de la pericia de Gendarmería que sostuvo que a Nisman lo mataron entre dos personas, desde la defensa de Lagomarsino presentaron un pedido de nulidad del peritaje aludiendo a una serie de errores e inconsistencias científicas como -por ejemplo- que es altamente dudoso el hallazgo de ketamina en el hígado del fiscal, la droga que en la nueva pericia dicen que habrían usado para sedar al fiscal.
Los abogados del experto informático habían pedido también que sean citados a declarar todos los profesionales que intervinieron con anterioridad en las pericias criminalística y forense, ya que las conclusiones fueron opuestas a las de los gendarmes y sus razones no fueron tenidas en cuenta para nada.
Para la defensa de Lagomarsino, la Gendarmería actuó en todo momento desde una posición tomada. Las conclusiones de la pericia de los gendarmes fueron todo lo contrario de lo que habían concluido las pericias que hicieron en los primeros meses de investigación los peritos oficiales al mando de Roberto Godoy -entonces decano del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema– y otros de la Policía Federal, que no hallaron ningún signo de homicidio.