El paro de hoy en la línea B de subte tuvo una lectura política en el Gobierno y la Justicia porteña. Temprano un fiscal intimó a los trabajadores a retomar el trabajo y desocupar las vías y envió a una delegación de la Policía Metropolitana a negociar. «Si llegamos a tocar alguien paran todas las líneas», fue el razonamiento. Durante la tarde también estuvo paralizada la Línea D. Nadie cree que hay sido casualidad a tan pocos días de las elecciones.