Sin elementos nuevos, sólo con el sustento del cuestionado peritaje de la Gendarmería Nacional, la Cámara Federal sostuvo hoy que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado y que debe investigarse si su muerte está vinculada con la denuncia que había realizado contra Cristina Kirchner.
De esta forma, casi a la misma hora en que una multitud se congregó en la Plaza de Mayo para rechazar la política económica del Gobierno, desde Comodoro Py salió una resolución que le permitió a los medios hegemónicos como La Nación, Clarín e Infobae hablar sobre el caso y llevar la marcha a espacios menores.
La Sala II de la Cámara Federal, alineada con el Gobierno nacional, pidió que la muerte del fiscal se investigue como un «homicidio» relacionado con la denuncia que él había presentado contra la ex mandataria y otros dirigentes. Además, el mismo tribunal confirmó los procesamientos de los cuatro custodios del fiscal, que habían sido procesado por el juez Julián Ercolini.
Los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia confirmaron el fallo de primera instancia del magistrado. quien en enero pasado sostuvo que al fiscal lo habían matado y había acusado de complicidad a Diego Lagomarsino, a pesar de la falta de indicios acerca de los supuestos asesinos.
Irurzun y Bruglia son los dos únicos jueces que quedan en la Cámara Federal, luego de la renuncia de los anteriores. El presidente de la Cámara está alineado con el presidente de la Corte y la mayor parte de sus fallos son bienvenidos por el Gobierno.
La Cámara, al igual que Ercolini, se basa en un peritaje interdisciplinario de la Gendarmería que el magistrado ni siquiera se animó a confrontar con quienes hicieron los peritajes anteriores, que habían dictaminaron todo lo contrario: que no se advertía accionar homicida y que no había ninguna otra persona en el baño al momento del disparo.
«Nisman fue asesinado horas después de haber formulado una denuncia contra las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional y otras personas por haber encubierto a los presuntos responsables del atentado, y horas antes de exponer ante una comisión especial del Congreso Nacional las razones de su proceder», sostuvo Irurzun.
«Si bien dicha circunstancia, por sí sola, no permite definir el vínculo entre el homicidio y la actividad funcional de la víctima, el examen integral del escenario orienta la presunción en tal sentido. Téngase en cuenta que la víctima tenía asignada custodia de diversas fuerzas de seguridad en razón de las amenazas que -como consecuencia expresa de su función-, había recibido tanto él como su entorno familiar», señaló.
De esta forma, el Tribunal no hizo lugar al planteo del abogado Pablo Lanusse, representante de la madre de Nisman, Sara Garfunkel, quien había reclamado que se investigara a la expresidenta como parte de un «plan criminal» que cometió el magnicidio del entonces fiscal.
Por su parte, Bruglia dijo que «no puede dejar de soslayarse que el homicidio de Nisman se produjo cuatro días después de haber efectivizado la denuncia señalada y horas antes de ir a exponerla ante el Congreso de la Nación, circunstancia que obliga lógicamente a ahondar la investigación en el probable entendimiento de que la muerte del Fiscal se haya producido como consecuencia directa de la especifica acción que adoptó en el marco de su función, como titular de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA».
En tanto, el tribunal no se expidió sobre el empleado informático Diego Lagomarsino, puesto que quedó firme el procesamiento al no haber apelado sus abogados la acusación que en primera instancia resolvió el juez federal Julián Ercolini como «partícipe necesario» del presunto asesinato ocurrido el 18 de enero de 2015, en el tercer piso de una de las torres del complejo Le Parc en Puerto Madero donde vivía Nisman.
Los jueces Irurzun y Bruglia tuvieron en cuenta que «las manchas de sangre que presentaba la mano derecha de la víctima sólo ocupan su dedo índice y pulgar formando un limpio triángulo cuyo vértice se dirige hacia el sector izquierdo de la muñeca, es decir, entre ambos dedos. Dicho patrón es incompatible con la sobreempuñadura de su mano izquierda, pues en tal caso dicho vértice estaría orientado en sentido opuesto».
También aluden a que la posición en que fue encontrado el cuerpo en el baño del departamento implica que el mismo fue acomodado por terceras personas. Irurzun asimismo hizo referencia a que el supuesto asesinato de Nisman contó con la complicidad de que las cámaras de vigilancia del edificio no funcionaran, «absurdas demoras en el ingreso a su departamento, irrupción indiscriminada de personas al lugar, invasión del perímetro pericial por personas ajenas a los expertos y deficiente identificación, selección y levantamiento de rastros en los momentos inmediatamente posteriores al hallazgo del cuerpo».
«Todo ello, además, rodeado de llamativas, reiteradas y no habituales comunicaciones desde la noche del sábado hasta avanzado el domingo entre funcionarios de diversas áreas del Estado Nacional -Poder Ejecutivo, Ministerio de Justicia, Ministerio de Seguridad provincial, Jefatura II Inteligencia del Ejército Argentino-«, añadieron.
También el Tribunal ratificó la acusación contra los cuatro custodios de la Policía Federal Luis Miño, Armando Niz, Néstor Durán y Rubén Benítez por encubrimiento del crimen e incumplimiento de los deberes de funcionario público.