Es un misterio. El peón rural Juan Carlos Woldryk está desaparecido desde el 30 de marzo último, luego de comer con sus compañeros de trabajo en un campo del partido de Bolívar (situado a 360 kilómetros de CABA) en el centro de la provincia de Buenos Aires.
En el campo también pasan cosas que se cree sólo ocurren en las grandes ciudades. Woldryk, grandote, 30 años, empezó a recibir semanas atrás tentadores mensajes en su teléfono celular. Pensó que se trataba de una mujer que buscaba entablar una relación. Y le brillaron los ojos.
Así en un chat que se convirtió en un hot line, desde el otro lado le pidieron que iniciara una intercambio de fotos más íntimas. Y el hombre picó. Empezó a enviar imágenes en paños menores. Y sin paños también.
Hasta que lo que parecía un sueño a punto de concretarse se convirtió en una pesadilla. La bella mujer se convirtió en otro destinatario y le dijo que había enviado las fotos a una chica menor de edad y que lo iban a denunciar a la policía.
Si no quería verse envuelto en un escándalo, tenía que pagar. Y Woldryk comenzó a pagar. Según tienen probado los investigadores, hizo dos pagos de 10.000 y 20.000 pesos para que la amenaza no se concretara.
Dos pagos
El primer pago lo hizo mediante una transferencia bancaria y el segundo a través de un local donde se realizan giros al exterior en la ciudad de Bolívar. Pensó que así iban a terminar los pedidos de dinero, pero no fue así.
El 29 de marzo apareció un mensaje en su cuenta de Facebook donde le decían que se comunicara «porque esto empeora». Al día siguiente, después del almuerzo el peón desapareció del mapa. Se lo tragó la tierra.
Desde entonces se hicieron procedimientos por tierra y agua para dar con su paradero, pero sin resultados positivos. Durante el fin de semana se encontraron ropas en el canal «El Marcante», en el partido de Carlos Casares.
Las prendas fueron reconocidas por sus familiares. Por eso fueron enviadas a realizar pericias para determinar si pueden aportar algún elemento o prueba que pueda ayudar a orientar la búsqueda.
A través de la investigación de la línea telefónica de Woldryk se pudo determinar que había sido víctima de una extorsión, que armaron dos reclusos que están alojados en la cárcel de San Nicolás.
«Por esta causa se realizaron cinco allanamientos, dos en la cárcel de San Nicolás y tres en domicilios del partido de San Pedro. La UFI N° 15 de Bolívar imputó formalmente de extorsión a Luis Miguel Galeano y a Leonardo Figueredo, ambos privados de su libertad, cumpliendo condena en la Cárcel N° 3 de San Nicolás», informó el diario La Mañana, de Bolívar.
El mismo periódico informó también que habían aparecido imágenes que se creía eran del peón en el partido de Tornquist, más hacia el sur, entrando en un hotel, pero que luego de analizar los videos, se descartó que correspondieran al peón desaparecido.
A esta altura, la tesis de los investigadores es que el trabajador rural se fue porque temía que efectivamente lo fueran a detener o que se haya suicidado. En el primero de los casos, cuando ya está probada la extorsión y ante la trascendencia que tomó la historia, se espera que pudiera volver, cuando se calmen las aguas.