Dos de los empresarios más poderosos de la Argentina, Paolo Rocca y Marcelo Mindlin, fueron citados a prestar declaración indagatoria en la famosos causa de los cuadernos por el juez federal Claudio Bonadio, quien les imputa haber pagados coimas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Es la segunda etapa de una causa que puede tener derivaciones imprevistas. Como se sabe en la primera etapa el juez procesó a la ex presidenta Cristina Kirchner como jefa de una asociación ilícita destinada a recaudar coimas de empresarios. Entre los procesados hay varios empresarios y ex funcionarios.
Pero el nuevo capítulo de la causa genera inquietud hasta en la Casa Rosada. El presidente Mauricio Macri se mostró con Rocca semanas atrás en el yacimiento de Vaca Muerta, donde se inauguró una planta de regasificación. La foto fue una suerte de respaldo, cuando el grupo Techint ya aparecía involucrado en la causa de los cuadernos, con la citación de dos de sus ejecutivos.
Y Mindlin es uno de los empresarios que más creció durante el Gobierno de Cambiemos y es al actual dueño de Iecsa, la empresa que la familia Macri le cedió en su momento a Angelo Calcaterra, primo del presidente, procesado por el juez Bonadio.
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Hay quienes dicen en Comodoro Py que el juez Bonadio está dispuesto a ir por todo. ¿Significa eso que irá también por la familia Macri? La empesa Iecsa fue involucrada como una de las integrantes del «club de la obra pública», según la descripción del ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción Carlos Wagner.
«Quien está más complicado es Rocca, porque su dos hombres de confianza ya confirmaron los pagos y el propio Rocca se presentó como una especie de héroe en un discurso que pronunció a fines de agosto en la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Dijo entonces que “Techint no fue parte del club de la corrupción; tuvimos menos del uno por ciento de la obra pública, pero nos vimos obligados a pagar porque estaban en peligro nuestros empleados en Venezuela”. Rocca se refería así a la negociación por la siderúrgica Sidor, empresa de Techint, que fue expropiada por el gobierno de Hugo Chávez», recuerda Página 12.
«Respecto de Mindlin, que declara al día siguiente, la prueba principal es un texto del chofer. Centeno escribe que el 14 de mayo de 2009, con Baratta y Ezequiel García, Director de Energías Renovables, en el auto fueron hasta el edificio de Bouchard 547. El chofer dice que Baratta subió al piso 26 y que bajó con dos bolsos. El dato curioso es que en otro momento del recorrido, García y Baratta supuestamente se bajaron del auto y dejaron los dos bolsos en el vehículo. En esa circunstancia Centeno afirma que evaluó que había 1.300.000 dólares en cada bolso. El destino final del viaje –siempre según la versión de Centeno– fue el hall del edificio de la calle Uruguay, domicilio de Néstor y Cristina Kirchner, donde estaba esperando Daniel Muñoz, secretario presidencial. A el le habrían entregado los bolsos», agrega el diario.