| Por los pasillos

Rigurosamente custodiados

Las medidas de seguridad dispuestas en el jury que se le sigue al fiscal José Campagnoli son tan rigurosas como cuando se juzga a un peligroso delincuente. En la entrada del edificio de Avenida de Mayo hay vallas y una decena de policías, que impiden la entrada de los periodistas, que lo tiene que hacer por otra calle. En la sala no se pemite ingresar con celulares, grabadores o aparatos electrónicos. Y pese a tratarse de un juicio público los periodistas tienen que reclamar si quieren cubrir la audiencia.


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