| Fernanda Aguirre, víctima de una red de trata

Retoman la investigación por una chica desaparecida en 2004

Fue reconocida en una foto por una joven que fue víctima de una red. Aseguró haberla vista en un prostíbulo puntano, donde había varias chicas en estado de cautiverio.

Una joven misionera que fue víctima de una red de trata en San Luis aseguró hoy que es «inolvidable» la cara de una chica embarazada que estuvo cautiva con ella en un prostíbulo y que hace unos días identificó en una foto como Fernanda Aguirre, desaparecida en Entre Ríos en 2004.

La joven afirmó que cuando fue llevada a ese prostíbulo de San Luis, esa chica, de entre 14 y 15 años, ya estaba allí, pero que nunca logró hablar con ella porque estaban en diferentes habitaciones y la mayor parte del tiempo las tenían drogadas.

Sin embargo, aseguró que un día llamaron a las cerca de 20 mujeres que estaban cautivas para que ayudaran a esa joven a dar a luz a su bebé, que resultó ser un varón, y que después del parto se la llevaron de allí y no la vio nunca más.

«Presencié su dolor, estaba en un estado de desnutrición terrible, como la mayoría de nosotras», afirmó Nerea, que aseguró que tras el parto le hicieron limpiar la placenta y los cóagulos de sangre que habían quedado.

La joven reconoció a Fernanda cuando hace unos días fue a una entrevista a la Asociación de Víctimas de Violaciones (AVIVI), que preside María Elena Leuzzi, para que la ayuden a encontrar a una de sus hijas, nacida cuando estaba cautiva.

Luego de contar su historia, Leuzzi le comentó que había muchas jóvenes desaparecidas en el país y empezó a mostrarle fotos de algunas de ellas: María Cash, Florencia Penacchi, Sofía Herrera, Erica Soriano y Aguirre.

«A esta la conozco», le dijo Nerea a Leuzzi mientras señalaba a Fernanda en la pantalla de la computadora y dijo que la recordaba especialmente porque «tenía un ojo un poco desviado».

«Esa cara es inolvidable», aseguró la joven a Télam y detalló que la única diferencia es que la chica a la que vio tenía el pelo corto como todas allí para que no se contagiaran piojos.

Leuzzi contó que Nerea llamó a su asociación hace 10 días para pedir un turno con un abogado porque quería recuperar a su hija, pero luego relató una historia mucho más cruda: había sido abusada por su padre cuando vivían en la localidad misionera de 2 de mayo y a los 11 años «vendida» a una red de trata que la obligó a prostituirse varios años.

Según la titular de AVIVI, la joven estuvo en varios locales, entre ellos «Venus», y le habían hecho un documento de identidad con la falsa identidad de Vanesa Niklas y una edad mayor.

En abril de 2007, el lugar fue allanado y la joven rescatada, pero como era menor de edad fue entregada a su padre, quien la llevó a Misiones otra vez y volvió a entregarla a la red de trata.

En 2008, «Nerea quedó embarazada y tuvo una beba en cautiverio. Un cliente se hizo cargo de la nena y se las llevó a las dos, pero cuarenta días después del parto, la obligaba a prostituirse», afirmó Leuzzi.

Un tiempo después, el hombre le ofreció a Nerea un pasaje para volver a Misiones, a lo que la joven accedió, pero allí perdió contacto con su hija, ya que cuando consiguió dinero para volver a San Luis, ni el hombre ni la niña estaban.

«Desde que nací, mi único recuerdo feliz fue cuando nació mi hija Luciana porque cuando era chica solamente me explotaban y me mataban a palos», sostuvo.

Según la víctima, pudo ver recientemente a su hija en una casa de la localidad bonaerense de Ciudadela con el hombre que ella cree que es el padre de la niña, pero éste se negó a entregarle a la nena, actualmente de seis años.

«Fui a juzgados, defensorías, a Casas de Justicia, pero nunca le dieron importancia a mi caso. Solamente ahora en AVIVI me atendieron», aseguró Nerea, quien fue llevada a declarar para contar su caso a la Justicia Federal de San Isidro, donde testimonió durante más de 10 horas.

Mañana, según Leuzzi, espera que la joven declare vía telefónica ante la jueza de Paraná  Marina Barbagelata, que investiga la desaparición de Aguirre.

El secretario de Justicia de Entre Ríos, Rubén Virué, manifestó que la nueva pista sobre el paradero de Fernanda Aguirre, desaparecida tras ser secuestrada en julio de 2004 en la localidad de San Benito, debe ser analizada «con mucha prudencia».

«Hay que analizar si es una pista seria, real, o es una de las innumerables que ha habido en estos años» indicó el funcionario, refiriéndose a la nueva pista aportada por Nerea Olivera, quien escapó de una red de trata y aseguró haber visto a Fernanda en un prostíbulo de la provincia de San Luis.

El funcionario explicó que «en esta causa ha habido muchísimos datos que después no se verifican en la realidad, por eso se debe analizar con mucha prudencia la posibilidad de que (este dato) sea real».

Virué sostuvo además que la Secretaría de Justicia entrerriana «tuvo activa intervención a inicios de la causa», y fue la que promovió gestiones para que el Ministerio de Justicia de la Nación «disponga una recompensa para el que aporte datos, la cual se mantiene y fue incrementada en dos o tres oportunidades».


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