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Resuelven en la causa Ciccone si es válido un testimonio que complica a Boudou

La trama de la causa de la imprenta Ciccone ya circula en el primer piso de los tribunales federales de Comodoro Py. La Sala IV será la encargada de analizar si el testimonio de Laura Muñoz, ex esposa de Alejandro Paul Vandenbroele es válido dentro de la investigación. Cualquiera sea el resultado, quedará en evidencia hasta que punto los operadores judiciales de la SIDE juegan para el Gobierno en la causa que complica al vicepresidente Amado Boudou.

El testimonio de Laura Muñoz es objetado por la defensa de Boudou y de Vandenbroele, los abogados Diego Pirotta y German Soria, del estudio jurídico que Darío Richarte (ex número 2 de la SIDE) gerencia junto a Javier Fernández, operador judicial por estos días distanciado del Gobierno.

La ex esposa del socio de Boudou lo complicó en la trama.

La ex esposa del socio de Boudou lo complicó en la trama.

Es una evidencia que recabó el fiscal Carlos Rívolo (incluyó un allanamiento en el domicilio de Muñoz en Mendoza) que no solo aceptó el juez federal Ariel Lijo sino que también la Cámara Federal confirmó con la firma de Eduardo Freiler y Jorge Ballestero.

Es un testimonio complicado para la suerte del vice ya que allí se cuenta su relación con Vendenbroele (que él siempre niega) y como, desde su función pública, Boudou habría favorecido los negocios de The Old Found, firma controlada por el enigmático abogado.

Luego del revés procesal, que tuviera lugar a fines del 2012, Pirotta y Soria peregrinaron hacia el primer piso de los tribunales de Retiro  y llevaron allí su planteo de nulidad con el argumento de que esas pruebas fueron ordenadas por un fiscal que terminó apartado del caso (Rívolo, quien fue reemplazado por Jorge Di Lello).

Una acción que prácticamente no tiene chances de prosperar desde lo jurídico  fue, en este caso, la excepción: la semana pasada, en silencio, la Sala que integran Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani dio lugar al pedido de queja  de los defensores y ahora deberán resolver. Si bien en un principio todo indicaba que el pedido sería rechazado, a último minuto Hornos habría cambiado su voto y se alineó con Borinsky.

Borinsky y Hornos son magistrados con historias opuestas. El primero es de los jueces más nuevos de la Casación mientras el segundo ocupa su despacho desde 1992. Borinsky busca ser protagonista, tiene ansias de mostrarse aunque esto le implique confrontar con sus pares, Hornos rinde culto a la diplomacia. Tienen un lugar común: ambos tienen estrechos vínculos con la SIDE, al igual que los letrados Pirotta y Soria. Esa realidad tendrá un peso definitivo, al momento de una definición, de esperable resultado.


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