Caballos que apenas se pueden mantener en pie, otros que permanecen echados y apenas tienen fuerza para espantarse las moscas, otros que tienen heridas infectadas sin ningún tipo de tratamiento, yeguas preñadas a punto de parir con riesgo de vida por estar mal alimentadas.
Vecinos de la zona de Pilar fueron testigos de la desesperante situación de los animales que estaban en terrenos de la policía de provincia de Buenos Aires y denunciaron lo ocurrido para que los equinos pudieran ser salvado de una muerte segura.
La denuncia por maltrato y crueldad animal derivó en un allanamiento con participación de la Gendarmería Nacional, en el que fueron rescatados seis caballos con riesgo de muerte.
La causa fue llevada adelante por el titular de la fiscalía descentralizada N°2 de Pilar, Leonardo Loiterstein, quien pidió el allanamiento de las dependencias policiales, medida ordenada por el Juez de Garantías N° 6, a cargo del doctor Nicolás Ceballos, y que se llevó adelante el lunes último.
Los delitos por los que fueron imputados los responsables del predio sonr incumplimiento de los deberes de funcionario público, por depositario infiel y por maltrato y crueldad animal (Ley 14.346).
La abogada Andrea López, que trabaja con el Centro de Rescate y Rehabilitación Equino (CREE), explicó que durante el allanamiento se secuestro documentación que demostró que los animales pertenecían a la policía de la provincia de Buenos Aires.
Una versión sostenía que los caballos eran en realidad de cartoneros y botelleros que habían sido «judicializados» y mantenidos en guardas en esas dependencias.
«La denuncia se llevó a cabo luego de que varios testigos que pasaban por el lugar advirtieron las condiciones evidentes de desnutrición, deshidratación y hacinamiento que sufrían los equinos», explicó la abogada.
También indicó que una vecina de la zona vio un caballo con delgadez extrema, que permanecía caído, escarado y se le veían cada uno de los huesos. «Parecía un cadáver que aun respiraba», contó la mujer.
Según precisó la letrada, como consecuencia de los maltratos, «un caballo murió y por lo menos otros 23 animales que estaban en el predio presentaban serio riesgo de vida».
Tras el procedimiento ordenado por la Justicia, seis caballos fueron trasladados por orden judicial a dependencias del CREE, mientras que otros 20 permanecen en el lugar, aunque también se encuentran en muy malas condiciones de salud.
Cuando a los responsables del predio se les preguntó porque los animales se encontraban en esa situación, dijeron que no tenían dinero para alimentarlos por falta de presupuesto. Una explicación que no convenció a nadie.
Fuentes del Ministerio de Seguridad, a cargo de Cristian Ritondo, dijeron que luego de conocida la noticia se dipuso que pase a retiro el director de caballería de la policía bonaerense.
Además admitieron que fueron derivados a un centro de Brandsen siete animales, uno de los cuales estaba en guarda policial y los otros seis que pertenecen al Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia.
También se confirmó que un subcomisario de Pilar fue citado a prestar declaración en la causa que está a cargo del fiscal responsable de la investigación.