La incursión de Daniel Santoro a la indagatoria en el despacho del juez federal Alejo Ramos Padilla en el juzgado de Dolores dejó un panorama desalentador para el periodista de Clarín. Según pudo conocer CyR, en los próximos días saldrán el procesamiento como presunto integrante de una asociación ilícita dedicado a la extorsión y el direccionamiento de causas judiciales mediante testimonios guionados.
Sucede que en las cinco horas y media que duró el interrogatorio, Santoro nunca logró despejar las sospechas del juez. Su abogado Mauricio Devoto, históricamente ligado al Grupo Clarín, tampoco aportó demasiado. El propio Santoro está al tanto de esta situación pero asegura a sus allegados que su libertad no peligra. Está claro que no habrá cambios en su situación ambulatoria, pero no así en su estado procesal.
La indagatoria dejó diversas pistas y elementos a tener en cuenta. Veamos:
– Ramos Padilla le habría señalado a Santoro que sus colegas de Animales Sueltos (Alejandro Fantino y Romina Manguel) confirmaron cuando declararon que en múltiples ocasiones el periodista presionó a la producción del programa para hacer un informe sobre la empresa OMS, a cuyo dueño Mario Cifuentes, supuestamente el periodista habría extorsionado al aire dando datos falsos sobre sus propiedad y patrimonio.
– Cuando se le preguntó por ese interés desmesurado, Santoro dijo que Cifuentes es un hombre misterioso y de igual calibre que Lázaro Báez y que merecía un informe. Los ex compañeros de Santoro dijeron que otro integrante del equipo del programa vio la información que Santoro quería dar a conocer y que esta no era de buena calidad. Pescado podrido. Pero de todas manera, Santoro mencionó a la empresa durante un programa.
– Santoro insistió en que el falso abogado Marcelo D Alessio usaba su nombre para extorsionar, pero sucede que en los teléfonos de D´Alessio que pudo peritar el juzgado se desprende que habría una comunicación prácticamente cotidiana. Un dato: el juez le señaló a Santoro comunicaciones en altas horas de la madrugada, extrañas para alguien con quien no se tiene confianza. El periodista tampoco pudo clarificar ese contacto con quien define como «su fuente».
– La principal defensa de Santoro fue su estado patrimonial. Alega que si fuera miembro de una organización tan aceitada tendría un patrimonio más importante que el actual. Santoro fue cambiando la calificación de su relación con el falso abogado. Nunca convenció con su explicación.