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Rafecas respira tranquilo, en el Consejo no están los votos para expulsarlo

Los jueces que integran el Cuerpo no quieren acompañar la denuncia del oficialismo. La cuestión se resolverá en marzo.

Rafecas ya se presentó en el concurso.

Rafecas se podrá quedar en el cargo.

Daniel Rafecas está optimista frente a la avanzada del PRO en su contra en el Consejo de la Magistratura. En la noche del  cóctel de fin de año del cuerpo colegiado, entre tragos y canapés, el juez Luis Cabral mencionaba que ya le prometió su apoyo al magistrado que el Gobierno apunta por la desestimación de la denuncia de Alberto Nisman.

De este modo, Rafecas tiene el respaldo de los tres jueces que integran el Consejo porque Leónidas Moldes y Gabriela Vázquez también lo respaldan. A ellos se suman los legisladores cercanos al peronismo así como el académico Daniel Candis. Con lo que el bloque de Cambiemos no tendrá los votos necesarios para sacarlo del cargo, como hizo el año pasado con el camarista Eduardo Freiler.
El representante del Poder Ejecutivo Juan Mahíques también estaría por tirar la toalla en un caso que puede quedar archivado en el mes de marzo. Debe decirse: la relación de Mahíques con Rafecas quedó detonada. Fueron amigos entrañables en el kirchnerismo, iban juntos a la cancha de San Lorenzo y desde La Cámpora Mahíques promovía a Rafecas como ministro de Justicia en reemplazo de Julio Alak. El triunfo del Pro cambio todo.
Mahíques operó activamente contra el juez federal, buscó reunir la mayorías con insistencia y buscó diversas rutas para presionar. Así como el diputado Pablo Tonelli logró eyectar a Eduardo Freiler, Mahíques quería retirar a Rafecas, maniobra que por ahora no tiene demasiado futuro.
«Mi posición jurídica frente al caso es que no presentaba delitos», explicó Rafecas respecto de haber desestimado la denuncia de Nisman. En ese sentido, argumentó que, como el memorándum con Irán no llegó a ponerse en marcha, quedó en actos preparatorios -término jurídico- que «no son punibles en un estado de derecho». «Es lo que enseño hace 20 años en la facultad», indicó.
El magistrado suele decir que su postura fue «transparente, apegada al derecho, técnicamente solvente y confirmada por las instancias superiores». Con el respaldo de los jueces que están en el cuerpo, Rafecas podrá seguir en el cargo consolidado.
La clave de la defensa es que los jueces no pueden ser perseguidos por el contenido de sus sentencias, salvo que hayan cometido el delito de prevaricato, algo que claramente no ocurrió en este caso. De lo contrario, se abre una puerta peligrosa para todos los jueces en actividad.