El juez federal Daniel Rafecas amplió el procesamiento del ex secretario de Obras Públicas José López por la propiedad de un departamento situado en la avenida Las Heras en la que vivía su hija adoptiva y figuraba como perteneciente a una empresa.
En una extensa resolución, de más de 600 páginas, Rafecas trabó un embargo además sobre los bienes del ex funcionario hasta cubrir la suma de 225 millones de pesos.
López quedó detenido el año pasado cuando la policía lo descubrió cuando intentaba esconder varios bolsos con 9 millones de dólares en un convento de General Rodríguez.
El ex secretario de Obras Públicas ya tiene un procesamiento dictado por el juez Rafecas por la propiedad de una casa en el partido de Tigre, a la que también se quiso hacer pasar como perteneciente a una empresa.
Ahora el juez amplió su procesamiento por un departamento en la avenida Las Heras al 2000, en la vivió durante varios años Mariana Soulés, la hija de su esposa, que también es su hija adoptiva.
Ese departamento fue comprado por la empresa Marketing y Eventos S.A., que después de ocho meses supuestamente firmó un contrato, con opción a compra, para alquilar el departamento a Soules.
El titular de Marketing y Eventos es el empresario Carlos Gianni, que tiene el 90 por ciento de las acciones de esa empresa. También fue procesado por Rafecas como partícipe necesario, al igual que la esposa de López, María Amalia Díaz por el mismo delito.
El otro titular de Maketing y Eventos es el el abogado Marcos Marconi, quien junto a Gianni fue el responsable de organizar los viajes de la presidencia durante el gobierno anterior.
También fueron beneficiarios de contratos directos por varios millones de pesos en las exposiciones de Tecnópolis, durante el kirchnerismo.
Según el Centro de Información Judicial (CIJ) «se dio por probado en la causa que la venta del departamento de parte de la anterior propietaria en favor de la firma Marketing y Eventos S.A. se produjo gracias a la intervención e intermediación que en dicha enajenación tuvo María Amalia Díaz, para que una de sus hijas –Mariana Soulés– fuese a vivir allí, ni bien fuese desocupado el departamento».
«Se comprobó que previo a la compra, Carlos Gianni, envió a uno de sus empleados a tomar vista de la propiedad, pero la ligereza con la cual dicho empleado realizó tal inspección, planteó serias sospechas en torno a quién estaba, en verdad, detrás de la compra del inmueble», agregó el CIJ.
«Por otro lado, la rauda adquisición de la propiedad, sin inspeccionarla en su totalidad constituyó un elemento de sospecha más al cuadro cargoso reunido, pues la sociedad adquirente, con base en esa única visita incompleta al inmueble, realizada por un empleado, decidió en forma inmediata la compra de la propiedad, sin siquiera negociar su precio de venta», se añadió.