El empresario argentino naturalizado mexicano y presidente del Club Sportivo Estudiantes de San Luis, Carlos Agustín Ahumada Kurtz (50) nació en la provincia de Córdoba y a los 9 años emigró con su familia a México donde vivió 31 años. Allí fue lavacoches, comerciante, luego empleado gastronómico y en discotecas. Radicado ahora en San Luis, llama la atención por sus inversiones y porque muchos temen hablar de él. La forma en que creció en los negocios es un misterio. Además, no aparece en los registros públicos consultados como integrante de ninguna empresa.
Ahumada Kurtz formó a los 19 años su primera compañía en México y logró crecer muy rápidamente: sus rubros rubros predilectos fueron la minería, la construcción en el sector de la obra pública, el fútbol y los medios.
Su relación con el estado azteca fue a partir de fundar el Grupo Quart, que se sustentaba en su totalidad con negocios con el estado mexicano. Actividad comercial que le causó sus primeros dolores de cabeza legales por los delitos de fraude al estado y estafa, cuando se lo acusó vía la Contraloría General del DF, por irregularidades y fraudes varios en la licitación de contratos en la Delegación Gustavo A. Madero y Tláhuac.
En 2002 incursionó en el futbol, comprando el Club León F. C., de Puebla. Un año más tarde, alcanzó su segunda franquicia al comprar al Club Santos Laguna S.A..
Dos años después, se filmo él mismo entregando dinero a un ex secretario del candidato presidencial Andrés López Obrador, imágenes que condenaron a López Obrador, que se derrumbó en la carrera presidencial perdiendo las elecciones ante Felipe Calderón.
Ahumada permaneció detenido en el penal Reclusorio Norte de 2004 a 2007, año en el que decide coserse la boca como método de protesta pidiendo justicia. En esos años se desprende de su primer fracaso futbolístico; el Club León fue vendido en 2005 rodeado de denuncias de estafa y defraudaciones varias.
El 7 mayo de 2007, luego de tres años en la cárcel, fue absuelto y recuperó la libertad en medio de un alboroto mediático.
Ahumanda dijo en una entrevista el 29 de abril del 2008: “Todo aquel que se destaque en algo será castigado. Tratarán de boicotearle su éxito de alguna u otra manera. Mientras más te destaques, más mitos habrá alrededor tuyo”. Año en el que destacaba que habían querido atentar contra su vida en varias oportunidades, y que su mujer Ceci, e hijos, radicados en Buenos Aires, tenían por ese entonces custodia 24 horas algo que allegados al club de San Luis indican que ocurre actualmente.
Es común verlo en los estadios de San Luis, en diferentes partidos de fútbol de Estudiantes con cuatro o cinco custodias, en la mayoría de los casos pertenecientes a ex fuerzas de seguridad. En la provincia se comenta que Ahumada tiene un fuerte vínculo con el mandamás de la AFA, Julio Grondona.
Como gerenciador del Club Talleres de Córdoba protagonizó una fuga ante su inminente detención. El 29 de junio de 2008 fue detenido por presunto fraude por personal de Interpol cuando intentaba fugarse de un departamento escondido en el baúl de un automóvil conducido por su amigo, el ex jugador Martín Vilallonga.
Ahumada era el titular de Ateliers S.A., gerenciadora del devastado y quebrado club cordobés. Después de su revoltoso paso por Talleres, en 2010, fue presidente del club Juventud Unida Universitario de la tercera división argentina. Cargo que tuvo que volver a abandonar en junio del 2011 por expresa petición de los dirigentes, a través de su asesor legal rescindían el contrato con Promotora Deportiva.
Actualmente, ocupa la presidencia del Club Sportivo Estudiantes de San Luis, de la tercera división. El empresario participó del directorio o el Management de cinco equipos de futbol, en cuatro, había un factor común: todos terminaron en crisis deportiva y económica después de su gestión.